La reanimación cardiopulmonar en perros se convierte en una acción crucial para salvar sus vidas. Debes tener en cuenta el tamaño del animal, a fin de que puedas colocar tus manos correctamente. Tras una parada cardiorrespiratoria es difícil tener éxito en la resucitación de la mascota. Los 10 primeros minutos son clave para lograr una respuesta favorable a la RCP.
Este tema forma parte del temario de nuestro curso de Auxiliar Técnico de Veterinaria. Por ello, si eres estudiante, presta atención.
¿En qué consiste la reanimación cardiopulmonar en perros?
La reanimación cardiopulmonar en perros es un método que consiste básicamente en hacer que vuelva a latir su corazón. También es imprescindible lograr que los pulmones del perro funcionen, para que el animal pueda oxigenar nuevamente y evitar así un daño cerebral.
Lo primero que necesitas es saber si está respirando y si tiene pulso cardíaco. Para ello, comienza por revisar su garganta, en caso de que desconozcas el motivo de su estado. Podría tener un objeto obstruyendo sus vías respiratorias, lo que se convierte en imprescindible retirarlo inmediatamente, antes de realizar la RCP al perro.
Una vez que te has cerciorado de lo anterior, si encuentras algún objeto, retíralo con mucho cuidado. Tenga o no una obstrucción que le prohíba respirar, deberás intentar escuchar su corazón. Coloca tu oído en la parte anterior del tórax. También te puede ayudar intentar sentir su pulso, poniendo tu mano en el área interna del muslo. En este último caso, es posible que no percibas el ritmo cardíaco, a pesar de que se mantenga débilmente.
Para saber si el perro respira, puedes fijarte en su esternón, si existe o no movimiento. Será obvia una parada respiratoria si no sientes su aliento ni el aire saliendo por su nariz. Ante esta situación, cuentas con muy poco tiempo para iniciar la RCP. El tiempo es fundamental, así como el proceso de resucitación. Este puede ser diferente de un perro a otro, en función a su tamaño y corpulencia.
¿Por qué se produce una parada cardiorrespiratoria en los perros?
En una parada cardiorrespiratoria se produce el desvanecimiento del animal. Este problema puede ser provocado por varias causas. Una de las más comunes, como mencionamos en un principio, es que se haya tragado un objeto. Si le ha obstruido las vías respiratorias hasta asfixiarle, le conlleva una parada cardíaca.
Otro de los motivos por los que necesitamos realizar una RCP en perros es un traumatismo craneoencefálico. Un fuerte golpe en la cabeza puede producirle un shock que le haga entrar en este estado.
También está la causa de una hemorragia interna, muy complicada de detener, a menos que cuentes con los aparatos quirúrgicos requeridos. El envenenamiento o la ingesta de productos tóxicos son motivo de una parada cardiorrespiratoria.
Una reacción alérgica aguda, que le produzca inflamación y el taponamiento de las vías respiratorias, le puede llevar a este problema. Resulta crucial saber o, al menos, sospechar la causa del desvanecimiento de la mascota. Las maniobras de reanimación deben ser rápidas, aunque no te garantizan un buen resultado. Ante el éxito, la revisión del veterinario determinará si permanecen daños en el animal.
¿Cómo se realiza de forma correcta una RCP a un perro?
Si ya tienes la seguridad de que existe una parada cardiopulmonar, la RCP es imprescindible. En caso de que haya pulso cardíaco, puede ser peligroso practicarla, así como la presencia de espuma en su hocico. Una vez que has tenido en cuenta esto, lo siguiente es iniciar la maniobra.
Acuesta al perro sobre su lado derecho, para dejar libre la zona del corazón, que está más próximo a su izquierda. Cuida que su cuerpo quede recto. Esto te asegurará la correcta entrada de aire cuando inicies la reanimación pulmonar.
Si el peso del perro es menor a 14 kilogramos
La posición de las manos es muy importante, debido a su pequeño tamaño. Asegúrate de poner una mano en el área del lomo, mientras que con la otra vas a rodear el corazón, por ambos lados del tórax, efectuando un masaje cardíaco con los dedos y comprimiéndolo 1-2 cm en función del tamaño del perro.
El intervalo que requerirás para las razas pequeñas y medianas es de tres respiraciones por cada diez compresiones torácicas. Para la reanimación pulmonar, debes cerrar bien su boca, para evitar que el aire salga. Este lo debes introducir por su nariz, extendiendo su cabeza ligeramente hacia atrás. Verás que estás realizando una buena maniobra si mueve ligeramente su cavidad torácica.
Si su peso supera los 14 kilogramos
En los perros de raza grande solo debes atender a un cambio con respecto a la RCP de los pequeños. La posición y la reanimación pulmonar son las mismas en todos los casos. Solo debes cambiar la manera en que llevas a cabo el masaje cardíaco.
Con las manos entrelazadas, sin flexionar los codos, comprime el tórax quince veces por cada cinco respiraciones. En todos los casos, realizar la RCP por 10 minutos, aunque puedes llegar a los 20 minutos. Después de este tiempo, si no ha habido reacción, no habrá más qué hacer.
La reanimación cardiopulmonar en los perros debe realizarse rápidamente. Si actúas inmediatamente, tienes más opciones de éxito, aunque este es muy complicado, debido a la gravedad del animal.