Los distintos tipos de anestesia usados en un quirófano suelen generar dudas diversas en quienes tienen que someterse a una intervención. Por ello, te aclaramos cuáles son y cómo se utilizan dependiendo de la operación correspondiente.
Este tema forma parte del temario de nuestro curso de Auxiliar de Quirófano y central de esterilización y equipos.
Tipos de fármacos anestésicos y sus usos
Comenzamos aclarándote que es el anestesista el que comienza realizando una prueba previa a la intervención. Ha de conocer cuál es el peso y la altura del paciente para elegir la dosis más adecuada. Posteriormente, tendrá que seleccionar la modalidad de anestesia leyendo el informe del cirujano sobre la intervención. Así, elige entre una de las siguientes opciones.
Anestesia local
Es uno de los tipos de anestesia con un radio de aplicación más limitado. La duración del efecto dependerá de la dosis y del número de aplicaciones. Hay varios tipos como:
- La anestesia tópica. Se utiliza en forma de gotas (para operaciones oftalmológicas), espray (para la garganta) o tópica.
- Infiltraciones. Se inyecta la sustancia en la zona y son los cirujanos los que la van aplicando durante la cirugía.
Es de vital importancia seleccionar cómo se quiere anestesiar el área de intervención. Es frecuente que se valoren aspectos como:
- El empleo de bupivacaína y no de lidocaína dado el mayor efecto de la primera. La combinación de ambos fármacos anestésicos no es frecuente.
- La dosis. Cuanto mayor sea, más durará el efecto y menor serán las molestias en la persona intervenida.
- Si se añadirá, o no, adrenalina que actúa como vasoconstrictor retrasando la eliminación del fármaco del organismo y alargando su efectividad.
La duración del efecto de un anestésico local va de los 30 a los 120 minutos. Todo dependerá de la elección del anestesista y del cirujano.
Anestesia regional
Su área de acción es mayor que la del caso anterior. Si se va a operar una extremidad superior, se suele optar por la anestesia troncular (especialmente si solo se ve afectado un nervio). De implicarse varios nervios, la anestesia de plexo es la más utilizada. La anestesia se inyecta directamente en el nervio o nervios o en la zona inmediata a la columna vertebral. De este tipo hay dos versiones:
- La intratecal o raquídea. La aguja atraviesa la capa de la médula espinal y la anestesia se inyecta en el LCR (líquido cefalorraquídeo).
- La epidural. Solo afecta a la parte por la que los nervios entran en la médula. Se usa un catéter para que la anestesia se pueda administrar sin interrupciones.
Ambas se usan durante una cirugía o intervención (como un parto) en la que es necesario que el paciente esté despierto. Además, deberá colaborar de alguna manera con el cirujano en lo que respecta a cambios de postura, por citar un ejemplo.
Anestesia general
Sin duda, destaca entre los tipos de anestesia por sus efectos y por las dudas que genera en algunos pacientes. Conlleva la pérdida total de sensibilidad en el cuerpo y va de la mano de la pérdida de conocimiento. Sus fases son:
- La inducción. El anestesiólogo va inyectando los fármacos para conseguir la hipnosis, la ausencia de dolor, la amnesia y que el paciente se relaje. Suele combinarse una dosis de hipnóticos que generan sueño con derivados de la morfina para evitar el dolor. Los relajantes musculares se usan exclusivamente cuando se necesita que la musculatura esté relajada. Suele usarse, por ejemplo, para la inserción de tubos en la tráquea. Durante esta primera fase el anestesista se encarga de controlar las constantes vitales. Nos referimos a la tensión y a la oxigenación que se monitorizan gracias a distintos sensores repartidos por el cuerpo del paciente.
- El mantenimiento. Se siguen inyectando fármacos para mantener los efectos conseguidos. Es posible hacerlo de forma intravenosa o inhalatoria. De usarse ambas al mismo tiempo en el quirófano se denomina anestesia balanceada.
- El despertar. Tras cortarse el suministro de los fármacos se espera a que el paciente reaccione. En ocasiones, es necesario emplear antagonistas de las sustancias utilizadas. En cuanto recupera la consciencia se eliminan los elementos de ventilación y se traslada a la persona a la zona de reanimación. Pasados unos minutos, y tras comprobar que sus funciones son normales, podrá volver a la habitación asignada.
¿Cuáles son los tipos de anestesia más utilizados en quirófano?
En la actualidad se opta por combinar dos: la regional o local y la general. El objetivo es conseguir que el paciente no sienta dolor en la zona operada mediante un catéter con anestesia local. Además, la anestesia regional se acompaña de una sedación que permite que la persona se sienta más tranquila durante todo el proceso.
Esperamos haberte aclarado cuáles son los tipos de anestesia existentes en quirófano y cómo se utiliza cada uno de ellos. El anestesista y el cirujano serán los encargados de seleccionar la más adecuada para la operación. Todo sea por conseguir que la experiencia del paciente sea lo más llevadera posible.