La dieta BARF se ha convertido en uno de los enfoques más interesantes en lo que se refiere a la alimentación canina y felina. Y su objetivo no es otro que tratar de emular los alimentos que estos animales toman en la naturaleza. En este artículo vamos a explicarte cuál fue su origen, los principios que rigen esta dieta y las ventajas que ofrece. Además, te daremos algunas recomendaciones para que los dueños sepan adaptarla a cada una de sus mascotas.

Este artículo está especialmente dirigido a estudiantes de Nutrición canina y felina y de nuestro Programa de Técnico Especialista en Veterinaria.

El origen

Aunque en los últimos años, este concepto se haya hecho muy popular, lo cierto es que ya en los años 60 el veterinario Ian Billinghurst comenzó a estudiar los beneficios de la dieta BARF. Y lo hizo después de detectar numerosos problemas de salud en perros domésticos. En su investigación, observó que muchos de ellos eran debidos al exceso de cereales y conservantes presentes en los piensos industriales.

Principios básicos de la dieta BARF

Las siglas BARF hacen referencia a Biologically Appropriate Raw Food o, traducido al castellano, «alimentos crudos apropiados biológicamente«. Pero el hecho de que sean biológicamente apropiados es tan importante como que sean crudos. Vamos a explicártelo con detenimiento.

No todos los alimentos son adecuados para perros y gatos. Es cierto que los primeros son omnívoros, pero en el caso de los felinos, en la naturaleza, su dieta es exclusivamente carnívora.

No obstante, la dieta BARF se puede adaptar de manera muy similar a ambos, ya que cuando cazan, estos animales sí ingieren pequeñas cantidades de frutas y pasto presentes en el estómago de los herbívoros.

Vamos a dividir los alimentos de la dieta en cuatro grupos, todos ellos fundamentales:

  • Proteína animal: Aquí debemos incluir carne magra tanto de vacuno, como de pollo, de pavo o de cordero, así como pescado.
  • Huesos carnosos: Estos huesos son más fáciles de digerir y evitan muchas de las complicaciones. Son fundamentales en la dieta por la presencia de calcio y fósforo. Y también ayudan a lograr una correcta higiene dental. Las mejores opciones son las carcasas de pollo, las alitas de pollo o pato, etc.
  • Órganos internos: Aportar hígado, riñones o corazón a la dieta del animal le ayudará a ingerir vitaminas y minerales esenciales para su bienestar.
  • Frutas y vegetales: Las espinacas, la zanahoria o la manzana son muy interesantes desde el punto de vista nutricional, ya que incorporan fibra y micronutrientes muy beneficiosos para las mascotas.

La proporción de estos alimentos no debería ser superior al 10 o 20 %, en el caso de las frutas y verduras, ni inferior al 80 o 90 % en el caso de la carne, los órganos y los huesos carnosos.

De forma opcional, también puede resultar interesante incluir algunos suplementos. Como por ejemplo aceite de pescado, rico en omega 3, o algas marinas, que ofrecen un aporte adicional de hierro y minerales.

Por último, siempre se deben ofrecer indicaciones sobre técnicas seguras de manipulación alimentaria, ya que, de lo contrario, se podrían producir intoxicaciones por bacterias como E.Coli o Salmonella.

dieta BARF

Ventajas de la dieta BARF

Integrar esta dieta en la alimentación de las mascotas ofrece importantes ventajas a sus dueños. Como ya hemos explicado, la salud dental mejora sensiblemente. Y es que, al masticar huesos crudos, estos permiten eliminar parte de la placa y del sarro acumulados. También es muy evidente un cambio en el pelaje, que gracias a los ácidos grasos se vuelve más brillante y suave.

En animales que tienen problemas digestivos, también se nota una mejor digestibilidad. Esto se debe a que los ingredientes no son ultraprocesados, lo que los hace más fáciles de asimilar por el organismo de la mascota.

¿Cómo adaptar la dieta a cada mascota?

A pesar de los beneficios que supone, siempre es recomendable que los dueños acudan a la consulta antes de dar el salto a esta dieta. Haciendo una evaluación inicial de la edad, peso y salud del animal, así como de sus condiciones físicas, como la actividad diaria, se pueden conocer mejor sus necesidades nutricionales. Así, se podrá ofrecer la cantidad justa de comida para evitar que gane demasiado peso.

También se deben respetar siempre los ratios que hemos recomendado, y la transición debe hacerse de manera gradual. El sistema digestivo de perros y gatos no es como el de los humanos. Sobre todo, si se ha ofrecido previamente pienso comercial, ya que llevará un tiempo que sus órganos se adapten a la nueva alimentación.

Como has comprobado, la dieta BARF puede ofrecer beneficios importantes a perros y gatos, ya que es la que más se aproxima a lo que estos animales ingieren en su estado salvaje. No obstante, el cambio no debe hacerse sin planificación, ya que siempre debe contarse con la colaboración de un profesional, algo que debes recomendar en la consulta.