Los cuidados de la cobaya deben seguir algunas recomendaciones para garantizar el bienestar de estos pequeños roedores. La mayoría de consultas veterinarias son por falta de manejo o desconocimiento de las necesidades de la especie. Por ello, en este artículo queremos ofrecerte una guía que te ayude a conocer cómo debe ser su alimentación, su higiene, su hábitat o aspectos tan importantes como su reproducción y socialización.
Este artículo también es indicado para nuestros estudiantes del curso de Auxiliar Veterinario de Animales Exóticos.
La alimentación: un pilar fundamental en los cuidados de la cobaya
Estos animales deben seguir una dieta muy estricta para evitar problemas gastrointestinales, ya que su salud es bastante delicada. Muchos propietarios, por desconocimiento, les ofrecen únicamente comida para conejos o concentrado o les proporcionan alimentos que no digieren bien. Algo que puede llegar a causarles la muerte y que como profesional debes rebatir.
Lo más importante en la dieta de la cobaya es el heno. Esta es la base de su alimentación en la naturaleza, y también debe serlo en cautividad. Debe suponer, al menos, el 70 % de su dieta. Les aporta una gran cantidad de fibra y es el responsable de que sus dientes vayan desgastándose de manera uniforme ya que estos crecen continuamente.
Algunos propietarios optan por piensos comerciales para complementar el heno, y no es una mala opción siempre y cuando sigamos en ese 70% de aporte de heno y siempre que sea específico para cobayas y que su contenido en grasas sea bajo. Otra alternativa consiste en ofrecer verduras frescas en pequeñas raciones. Adoran los pimientos rojos (fuente de Vitamina C), la zanahoria y los pepinos. Aunque es importante reseñar que no toleran bien las verduras que produzcan muchas flatulencias, como la col.
Además, en la alimentación de las cobayas, no pueden faltar alimentos en su ración diaria que aporten una fuente de Vitamina C, tales como el pimiento rojo antes mencionado, ya que son deficitarios en una enzima y no pueden sintetizarla a partir de otras fuentes nutricionales.
Como premio, y solamente de manera esporádica, se pueden introducir algunas frutas de temporada, como las fresas, las manzanas o las peras. Siempre deben retirarse las semillas antes. Estos alimentos, aunque no deben convertirse en algo habitual, les ofrecen un aporte interesante de vitaminas y minerales que les ayudarán a tener un pelaje suave y una mejor salud general.
¿Dónde alojar a las cobayas?
Estos animales toleran muy bien las jaulas, aunque deben tener el espacio suficiente para que se muevan con libertad. Y, cada día, es conveniente permitirles que deambulen libremente por alguna estancia en la que no corran peligro de caerse por una ventana o de ingerir algo peligroso para su salud.
Lo mínimo recomendable es medio metro cuadrado por animal. Y hay que hacer hincapié en el sustrato. Debe buscarse una solución que sea absorbente, pero que no levante polvo. Y sobre todo que no dañe sus patas, son muchos los animales que llegan a la consulta con problemas de pododermatitis por no poner un sustrato adecuado. Los pellets comerciales fabricados a partir de celulosa son una gran opción.
Además, dentro de la jaula, debe haber una pequeña madriguera en la que puedan esconderse y es fundamental evitar las típicas ruedas verticales u horizontales de hámster. Éstas dañan la columna de las cobayas.
También, dentro de los cuidados de la cobaya, es básico que hay que ofrecerles agua de forma constante y garantizar que la temperatura permanece estable y sin exposición directa al sol.
Por último, se trata de mascotas muy exigentes con la limpieza. Las deposiciones deben retirarse cada día y el sustrato hay que cambiarlo por completo cada semana.
Higiene y manejo de las cobayas
Las cobayas, aunque son delicadas, suelen gozar de buena salud. Pero es importante tener en cuenta algunos detalles cada vez que acudan a la consulta.
Uno de los aspectos básicos de los cuidados de la cobaya, sería vigilar sus uñas. Cada cuatro o seis semanas hay que cortárselas, ya que en la jaula es difícil que puedan desgastarlas de manera natural como sí sucede cuando están en el exterior. Esto previene deformidades y lesiones que dificultarán su movimiento.
También hay que revisar su dentadura de manera periódica. Ya que sus molares e incisivos crecen de forma continua, y si se produce algún problema puede hacer complicada la alimentación.
Otro de los aspectos a revisar es su pelaje. Las cobayas son sensibles a algunos parásitos, como los ácaros y los piojos. Y si no se toman medidas a tiempo pueden aparecer calvas.
Los dueños también tienen un papel importante en la higiene de estos animales. Y aunque no es recomendable hacerlo a menudo, de vez en cuando conviene bañar al animal, sobre todo si presenta manchas de orina o una gran suciedad en su pelo.
Reproducción y socialización
A las cobayas les gusta vivir en sociedad. Y lo cierto es que son animales que pueden convivir en grupos bastante amplios. Siempre es mejor evitar la soledad, ya que pueden llegar a deprimirse. Pero si se opta por contar con varios individuos, es importante que no haya juntos varios machos sin castrar, ya que pueden producirse peleas muy graves entre ellos.
Las hembras pueden quedarse gestantes a edades muy tempranas, a partir de las cuatro semanas de vida. Pero debes explicarles a sus dueños la importancia de que esperen, al menos, hasta los cuatro meses antes de su primer parto. Ya que hasta ese momento el riesgo es mucho más elevado. Y, sobre todo, no hacerlas criar tras los siete meses porque el canal pélvico se osifica y hay riesgo de partos distócicos, o sea… complicados.
Los cuidados de la cobaya son muy sencillos y son mascotas adecuadas para personas de cualquier edad. Sin embargo, es crucial transmitir la importancia de que acudan periódicamente al veterinario para revisar que todo esté en orden.