A lo largo de tu formación como auxiliar de quirófano, seguro que has escuchado hablar sobre la sedación consciente. Y en este artículo queremos profundizar sobre esta técnica médica que permite que los pacientes se sometan a los procedimientos en un estado de calma y relajación, pero sin perder por completo su conciencia. Te explicaremos en qué consiste esta práctica, cuándo se utiliza y sus principales beneficios, tanto para el paciente como para los profesionales sanitarios.

¿Qué es la sedación consciente?

La anestesia general conlleva una pérdida total del conocimiento, y requiere de un nivel de complejidad alto, ya que es necesario realizar la intubación del paciente. Sin embargo, en la sedación consciente, en ningún momento se pierde la consciencia. Lo que se hace es emplear fármacos sedantes, que en el caso de los adultos suele ser el midazolam, y en los niños el propofol. Por norma general, en ambos casos se emplea la vía intravenosa para la administración, ya que es más rápido su efecto y permite ajustar la dosis durante el procedimiento si es necesario.

Y este punto, precisamente, es el más importante de este tipo de sedación. Ya que debe lograrse que el paciente se quede tranquilo, con algo de somnolencia, pero hay que evitar que pierda su capacidad respiratoria autónoma y que sea capaz de responder a los estímulos y a la voz de los facultativos.

¿Cuándo se emplea?

Es muy importante utilizar esta sedación cuando los pacientes deben enfrentarse a procedimientos médicos, u odontológicos, en los que pueden sentir molestias o ansiedad. Pero que no son lo suficientemente invasivos como para requerir anestesia general. Vamos a ver algunos ejemplos:

Odontología

Se suele emplear en extracciones complejas, como por ejemplo las de las muelas del juicio, aunque solamente en casos en los que los pacientes no sean capaces de tolerar bien el procedimiento usando solo anestesia local. Y lo mismo sucede con la implantología dental, con la limpieza profunda en pacientes con ansiedad y pánico o en caso de que haya que tratar a niños o a personas con discapacidad intelectual.

Pruebas diagnósticas

En ocasiones, al llevar a cabo endoscopias y colonoscopias se usa esta sedación. Así, se evita causar cualquier tipo de dolor al paciente, y, además, se logra que se produzcan menos movimientos durante el proceso. Y lo mismo ocurre cuando es necesario realizar una resonancia magnética o un TAC a un paciente con claustrofobia.

Cirugías menores

Hay operaciones que no requieren de una anestesia general y la sedación consciente permite realizar estos procedimientos de manera ambulatoria. Es el caso de operaciones oculares como las cataratas, de las cirugías dermatológicas o de intervenciones ginecológicas o urológicas sencillas.

sedación quirófano

Limitaciones a la hora de aplicarla

Lo cierto es que la mayoría de adultos y de niños sanos podrán utilizarla sin ningún problema. Eso sí, al igual que ocurre con cualquier otra técnica anestesiológica, es necesario que un profesional evalúe el historial médico del paciente. Ya que hay que revisar cuáles son sus posibles alergias y comprobar si tiene antecedentes respiratorios, cardiovasculares o neurológicos que hagan recomendable otra alternativa. Y también es importante revisar su medicación, ya que hay que evitar cualquier tipo de interacción con los fármacos suministrados durante el procedimiento.

Ventajas de la sedación consciente

Como ya has podido comprobar, uno de los objetivos de este tipo de sedación es conseguir que los pacientes se encuentren más tranquilos. Por tanto, ofrece una mayor comodidad al reducir su ansiedad y su miedo a los procedimientos médicos y odontológicos.

Además, permite una recuperación mucho más rápida y presenta un menor riesgo de complicaciones que la anestesia general. Tampoco suele requerir hospitalización posterior, salvo que la intervención realizada sea de entidad. Por último, es importante destacar que permite la colaboración del paciente, algo crucial en algunos procedimientos y que sería imposible si este se encontrase anestesiado por completo.

Precauciones tras la anestesia

Aunque el paciente nunca pierde por completo su conciencia, sí es bastante habitual que se sienta somnoliento y algo desorientado durante algunas horas. En ocasiones, también se produce una ligera amnesia, sobre todo cuando se emplea el midazolam como principio activo. Por tanto, se debe recomendar al paciente que acuda a la operación acompañado por uno de sus familiares, y hay que indicarle que no conduzca hasta pasadas, al menos, 12 horas. Además, es aconsejable que descanse y que mantenga la actividad al mínimo el resto del día.

 

La sedación consciente es una técnica clave en la medicina moderna, puesto que mejora notablemente la experiencia del paciente en procedimientos que, sin ser complejos, pueden generarle malestar o ansiedad. Gracias a ella, miles de personas logran acceder a tratamientos que de otro modo evitarían, mejorando su calidad de vida y reduciendo las complicaciones posteriores. Su aplicación segura depende de una correcta evaluación previa y de contar con profesionales cualificados, por lo que siempre debe realizarse en entornos médicos controlados.