Cada vez son más los que se dedican a estudiar y trabajar a la vez. Las exigencias actuales del mercado, el querer independizarnos de los padres y otros factores hacen que nos convirtamos en personas que compaginan ambas tareas. Así, aprovechamos al máximo cada segundo para mantener nuestra economía mientras nos seguimos formando. Está claro que compaginar ambas cosas es totalmente viable y más aún aplicando las siguientes recomendaciones.
Consejos para estudiar y trabajar sin morir en el intento
Es imprescindible que seamos lo suficientemente activos y que dispongamos de una gran capacidad de organización. También debemos estar dispuestos a realizar determinados sacrificios, como reducir las horas de ocio, por ejemplo.
Y, por supuesto, exprimir al máximo el tiempo es posible, pero siempre debe hacerse cumpliendo con los hábitos de vida saludables. De nada nos serviría trabajar y estudiar si tampoco tenemos una pizca de calidad de vida. ¿Qué podemos hacer para poder compaginar los estudios con el trabajo más fácilmente?
Organizar nuestro tiempo y marcar un planning
Lo primero es disponer de los horarios de trabajo y los de las clases para que podamos anotar las horas libres. Organizarnos es clave para tener la garantía de centrarnos en cada tema sin distraernos de otros. Es imprescindible marcar los días de exámenes, de horas complementarias en el trabajo y otros aspectos de relevancia.
También, debemos tener en cuenta que no siempre todas las actividades van a tener la misma preferencia. Algunas tareas seguro que debemos tenerlas acabadas antes que otras. En estos casos, debemos hacer una lista con prioridades.
Distribuir adecuadamente el tiempo
Y, ¿cómo podemos distribuir el tiempo? Por lo general, es más eficaz estudiar una o dos horas cada día que estudiar en un solo día lo que hubiéramos estudiado en una semana. Por esta razón, es importante repartir el tiempo de estudio en sesiones cortas para mejorar nuestro rendimiento.
Si vemos que no disponemos de muchas horas para compaginar los estudios, toca buscar tiempo. Un ejemplo sería el de aprovechar las horas de recorrido en autobús para estudiar o la caminata de vuelta a casa. Si lo vemos complicado, podemos grabarnos a nosotros mismos recitando las lecciones. Tan solo tendríamos que utilizar nuestros auriculares para ir escuchándolas en el camino.
Realizar técnicas de relajación y visualización
El camino puede ser duro al estudiar y trabajar. Sin embargo, sabemos que la recompensa está a la vuelta de la esquina. Es importante reforzarnos con mensajes positivos cada día, aprendiendo a relajarnos y a disipar otros problemas que puedan interferir en nuestros pensamientos.
Una de las técnicas más utilizadas es la de la visualización. En el momento del día que deseemos, ya sea antes de dormir o al despertarnos, debemos imaginarnos a nosotros mismos habiendo conseguido ese título tan deseado. Podemos visualizar el momento de nuestra graduación o en el último día de clase, pensando en cómo nos sentiremos en ese mismo instante. Esta técnica tan eficaz la utilizan hasta los mejores deportistas para conseguir vencer sus marcas y estar cada día más cerca de sus metas.
Por otro lado, también es importante hacer una lista de motivaciones, que nos ayude a recordarnos cada día el por qué estamos haciendo este gran esfuerzo. Podemos escribir 5 motivaciones en una hoja de un color llamativo y pegarla en un lugar visible.
Buscar la mejor forma de concentrarnos y de estudiar
Tras un día ajetreado de trabajo y clases, es posible que nos sintamos algo abrumados. Lo mejor es encontrar un lugar de nuestro hogar para poder concentrarnos a la hora de estudiar. El hecho de tener muchas distracciones en casa, ya sea por el teléfono móvil, ruidos excesivos, televisión, etc., pueden hacernos perder la eficacia de nuestro estudio. En todo caso, también podemos escoger salas de estudio o bibliotecas para hincar los codos.
Por supuesto, es importante tener un esquema de estudio en la cabeza. Saber qué temas repasar en las horas que tenemos disponibles, realizar resúmenes o elaborar fichas va a ser de suma relevancia para interiorizar los conocimientos.
Descansar, un punto fundamental
Para retener toda la información posible y seguir desempeñándonos adecuadamente al estudiar y trabajar, es importante dormir entre 7 y 8 horas al día seguidas. Así, ayudaremos a nuestro cerebro a captar la información y a mantenernos despiertos durante todo el día.
Por otro lado, no olvidemos fijar nuestro día de tiempo libre y de ocio, ya que nos ayudará a recargar las pilas en los momentos de mayor estrés. Aunque en estos consejos le estamos dando más importancia a cómo estudiar, es muy importante también saber cómo descansar. Tenemos que relajarnos y dedicar tiempo a nosotros mismos. Además, en el trabajo, también deberemos centrarnos para no perder la concentración y seguir rindiendo al mismo nivel.
No será fácil, nadie dijo que lo fuese. Pero si equilibras todo lo que tienes que hacer a lo largo del día, y no cedes a ninguna de las obligaciones que tú mismo te marques, lograrás tu objetivo.
Optar por estudios en modalidades semipresenciales u online
Si preferimos estudiar en parte o totalmente desde casa para poder compaginar los estudios con el trabajo existen modalidades de estudios adecuadas para ello., Podemos optar por modalidades semipresenciales u online. Además, ahora existen muchos métodos para impartir la misma clase en directo y visualizarla a través de un ordenador, tablet o teléfono móvil.
Estas son algunas de las recomendaciones que puedes poner en práctica. Pero, sin duda, va a ser necesario que trabajes cada una de ellas. Trabajar y estudiar a la vez es posible, siempre que dispongas de gran fuerza de voluntad y motivación.
Piensa que muchas personas empiezan o retoman los estudios después de los 30. Y muchos de ellos logran sus objetivos, así que no desfallezcas y ves a por todas. Estudiar y trabajar es algo que quizás tenga que hacer a lo largo de toda tu vida.