Las posiciones de exploración médica son fundamentales para el estudio inicial del paciente. En la mayoría de los casos deben evitar que se obstruya la respiración y la circulación para facilitar la realización del diagnóstico.
Igualmente, no se debe oprimir ningún nervio, se ha de reducir la presión sobre la piel (especialmente en los pacientes que podrían presentar llagas) y debe facilitar la labor del cirujano si se trata de una intervención quirúrgica. A continuación, explicamos cuáles son estas posiciones y en qué consisten.
Posiciones de exploración médica
A la hora de ahondar en las posiciones de exploración médica más eficientes, nos centraremos en las más utilizadas y en las que ofrecen unos mejores resultados.
Postura de decúbito
Así se denomina a la posición en la que el paciente está tumbado con la espalda sobre la camilla (decúbito supino). O bien si uno de los lados de su cuerpo (decúbito dorsal) está en contacto con esta superficie. Ambas son las más empleadas para una primera exploración, así como para intervenciones en la zona frontal del cuerpo y en las extremidades.
En el caso de escogerse el decúbito supino, deberás contar con algún soporte para los pies con el fin de evitar el pie péndulo equino. Esto es cuando el pie está por debajo de la línea del resto del cuerpo. Deberás cerciorarte de que las piernas están separadas y los brazos estirados para facilitar la circulación.
Una variante de esta postura es la denominada decúbito prono, también llamada abdominal. En esta postura, el paciente se apoya en su parte frontal con la cabeza ladeada. Es importante mencionar que, dependiendo del caso, deberás evitar que la persona esté demasiado tiempo en esta postura. De lo contrario se podría dificultar su respiración debido a la expansión pulmonar que produce.
El decúbito lateral es otra postura en la que el paciente deja caer su peso sobre cualquiera de sus laterales. El uso de una almohada entre las rodillas es recomendable para alinear mejor su espalda.
Postura de Fowler
En este caso es necesario colocar el respaldo de la camilla, o de la cama, en un ángulo de 45º, algo que lograrás elevando la parte superior de la misma unos 45 centímetros. Resulta esencial controlar el ángulo de las piernas para prevenir problemas en la zona lumbar.
Suele utilizarse para la exploración de pacientes con problemas respiratorios y cardíacos. A su vez, es muy recomendable para los que han sido operados del aparato digestivo, dado que facilita el drenaje de los líquidos acumulados.
Postura genupectoral
El paciente debe ponerse de rodillas sobre la cama, echar su cuerpo hacia delante y apoyarse sobre su pecho con la cabeza ladeada. Se utiliza para el examen del recto. Es necesario utilizar siempre una base cómoda para evitar sobrecargar las articulaciones de la persona.
Postura de litotomía, también denominada ginecológica
Destaca por ser una variante de la de decúbito supino, pero con las piernas flexionadas y abiertas. Si es posible, resulta adecuado utilizar una camilla que disponga de accesorios para facilitar la colocación de las piernas sobre estribos. Se recurre a ella para la exploración del aparato genital femenino, para los partos y la cirugía rectal.
Postura de Proetz o de Rose
Curiosamente, es una de las posiciones en decúbito supino más utilizadas para lavar la cabeza al paciente, cuando este no tiene movilidad, o para una posterior operación del aparato respiratorio, puesto que evita que se acumule mucosidad. Es imprescindible controlar de forma continua el riego sanguíneo hacia el cerebro y prevenir el daño cervical.
Postura de Sims
Es una de las posiciones de exploración médica menos conocidas, pero de las más cómodas para el paciente. De cara hacia la cama, o camilla, y en decúbito lateral izquierdo, la persona debe extender la pierna de ese lado y elevar la del derecho hasta alinearla con la cadera. La extremidad superior izquierda se puede colocar bajo la cabeza o estirarla. El objetivo final es que el peso descanse siempre sobre la caja torácica.
Es de especial utilidad para exploraciones ginecológicas, rectales y digestivas (endoscopias). Así mismo, se utiliza en casos de pérdida de conocimiento y vómitos tras un accidente.
Postura de Trendelenburg
En primer lugar, sorprende por tratarse de una forma muy práctica de aprovechar las virtudes de la posición de decúbito dorsal. Y en segundo lugar, porque el paciente debe permanecer inclinado con las extremidades inferiores más altas que la cabeza en un ángulo de 45º. Se utiliza para cirugías de la zona de la pelvis y del aparato digestivo inferior, al igual que la postura invertida en la que la cabeza queda más alta que los pies.
Como ves, las posiciones de exploración médica básicas son una gran herramienta. Permiten diagnosticar cualquier dolencia, enfermedad o anomalía en menor tiempo y con mayor seguridad. El cuidado de la comodidad del paciente resulta imprescindible. Como auxiliar de enfermería o profesional de la atención primera de un paciente, debes conocer estas posiciones. En ocasiones serás el encargado de mover al paciente o de ayudar a hacerlo, por lo que la práctica de estas posturas es casi imprescindible.