Es posible que más de una vez te hayas preguntado cuáles son las habilidades sociales en niños. Pues bien, en este artículo queremos hablarte sobre ellas y en especial las que tienen los niños de 0 a 3 años. Descubrir cómo interactúan con el entorno y con el resto de compañeros y personas es muy interesante. Pero a la vez, hay que darles su tiempo para que se adapten a las novedades y a los cambios que aprecian en su entorno.
Habilidades sociales en niños
En primer lugar, queremos dejar claro a qué nos referimos con habilidades sociales. Entre estas, se incluyen todo tipo de conductas encaminadas a interactuar con personas cercanas o con el entorno obteniendo un resultado satisfactorio.
Es decir, cuando se consigue el objetivo que el niño pretendía comunicar. Por ejemplo, comenzar un juego o bien manifestar alguna necesidad.
Las habilidades sociales son numerosas e incluyen el apego, la empatía, la capacidad de comprender una situación determinada, la asertividad, la comunicación, el autocontrol, la colaboración y cooperación con otras personas y también la resolución de conflictos.
Aunque estas son las básicas, no todas ellas se aprenden antes de los 3 años y algunas pueden tardar bastantes años en conseguirse por completo. Por ello, a continuación nos centraremos únicamente en las habilidades que se desarrollan hasta los tres años de edad.
Habilidades en niños de 0 a 3 años
La primera de las habilidades que se desarrolla en torno a los dos meses es la de llamar la atención. Para ello, los niños emiten sonidos o lloran con el objetivo de manifestar que tienen una necesidad. Es la primera forma de comunicación que se conoce en los bebés.
Cuando ya se han cumplido los cuatro meses, es posible que puedas detectar algunos cambios de conducta. Los bebés empiezan a reconocer el entorno y son capaces de sonreír o llorar ante situaciones que les son agradables o desagradables.
Así, comienzan a manifestar cada vez más sus sentimientos. Esto se mejora cuando ya se cumplen los seis meses y además se comienza a notar la habilidad de la atención, especialmente cuando se encuentran ante personas no conocidas o situaciones que no son familiares.
Al cumplir el primer año de vida, los bebés interactúan con su entorno, mostrando curiosidad. En cuanto a la relación con las personas, son capaces de detectar quiénes son sus familiares o amigos favoritos con los que quieren estar la mayoría del tiempo, por lo que los buscan y les muestran su apego con sonrisas y muestras de cariño.
Cumplido ya el segundo año, buscan compartir momentos con más niños e iguales. No obstante, también es frecuente que en lugar de cooperar y colaborar en el mismo juego, se decante por actuar paralelamente, aunque cerca de los otros.
También es típico durante esta etapa que muestren independencia de sus padres y que quieran realizar más actividades por sí solos.
En cuanto al tercer año, el niño ya sabe hablar y comunicarse mediante el lenguaje oral y esto marca una diferencia fundamental, que le permite expresarse mejor. En estos momentos empezará a comunicarse con otros niños y a jugar con ellos, además de hablar con sus familiares de forma más precisa.
¿Qué pautas deberías seguir para conseguir mejorar las habilidades sociales en los niños?
El desarrollo cognitivo y físico tiene gran importancia y seguro que has escuchado hablar mucho sobre ese aspecto.
Sin embargo, muchos educadores y familiares se olvidan de la enorme trascendencia que tiene desarrollar una inteligencia emocional que permita al niño disponer de herramientas para tener una buena relación con las personas.
Para conseguirlo, se deberían tener en cuenta varios aspectos. El primero de ellos es sin duda la educación en valores. Los profesionales de la educación infantil seguro que han escuchado este término muchas veces.
El respeto, la tolerancia y el interés por los demás son algunas de las habilidades que hay que enseñar para que los niños empaticen con el entorno y sean considerados por los demás.
La mejor forma de transmitir esto es precisamente a través de nuestro propio ejemplo. El profesor y los auxiliares de jardín de infancia y educación infantil son las figuras en los que los niños buscan el ejemplo dentro del aula. Pensemos la cantidad de horas que pasan los niños con el equipo del centro.
Por otra parte, está la autoestima. Es muy importante que vean en ellos una persona positiva, con virtudes y cualidades capaces de mejorar su entorno. Aunque en algunas ocasiones haya que regañarlos, nunca debería centrarse la crítica en su persona, sino en la acción que han llevado a cabo.
Y para conseguir que se tengan en buena estima, no hay que olvidar en ningún momento el refuerzo positivo y la alabanza hacia lo que hacen bien.
En resumen, estas habilidades sociales en niños tienen que ir desarrollándose paulatinamente durante su crecimiento. Por tanto, es importante no forzarles y, aunque estas sean las características generales para esta edad, es posible que algunos niños se retrasen por otros motivos. No tiene por qué existir un problema, pero si te quedas más tranquilo, puedes consultarlo con algún profesional.