Es relativamente frecuente que se confundan la asepsia y la antisepsia. Esto se debe a la semejanza de las palabras. Pero también a que ambas están relacionadas con la eliminación de microorganismos. En cualquier caso, si estás pensando en formarte como sanitario, debes conocer lo que son y en qué se diferencian.

Asepsia y antisepsia: conceptos y diferencias

Entendemos por asepsia el procedimiento que busca eliminar microorganismos presentes en superficies y objetos inanimados. Entre estos, podríamos mencionarte, por ejemplo, el espacio de un quirófano o el instrumental quirúrgico.

Por su parte, denominamos antisepsia al método con el que se eliminan microorganismos presentes en seres vivos. Generalmente, estas criaturas habitan en zonas de nuestro cuerpo como las mucosas o la piel. Un buen ejemplo de antisepsia sería cuando lavas una herida para evitar que se infecte.

Por tanto, las características de la asepsia y la antisepsia son parecidas. La principal diferencia entre ambas reside en el lugar donde se hallan los microorganismos a eliminar. En la primera están en las superficies y objetos, mientras que en la segunda se hallan en los seres vivos. Pero, además, se aplican diferentes técnicas de asepsia y antisepsia.

La asepsia y la antisepsia, principales técnicas

La asepsia

Si necesitas realizar una asepsia completa, debes comenzar por la limpieza de las superficies y objetos. Para hacerlo, la base es el agua y el jabón. Pero, a veces, esto no basta. Por ejemplo, para desinfectar bien las superficies de un quirófano. En tal caso, además de la limpieza, debes valerte de la desinfección con productos químicos creados a tal efecto.

Respecto al instrumental quirúrgico, como asepsia, suele utilizarse la esterilización, que elimina todo tipo de microorganismos. Podríamos definirla como el proceso que libera de ellos a un objeto. Igualmente, para realizarla, se usan distintas técnicas.

Puedes esterilizar por métodos físicos. Es decir, que no usan sustancias químicas contra los microorganismos. Buenos ejemplos de ellos son la radiación (ionizante o no), el vapor, la ebullición y la aplicación de calor húmedo o seco.

Pero también puedes esterilizar por métodos químicos. Esto es, utilizando sustancias que resultan letales para los microorganismos. Entre ellas, podemos citarte el peróxido de hidrógeno y el óxido de etileno. No obstante, también se usan alcoholes como el isopropílico, aldehídos como el formol o fenoles como el ácido carbólico.

Finalmente, otro sistema de asepsia es el uso de trajes especiales como los EPI (siglas de equipos de protección individual). Mediante estos, se protegen los profesionales sanitarios. Sigamos profundizando más en la asepsia y la antisepsia.

La antisepsia

La antisepsia se utiliza para combatir a los microorganismos cuando ya están presentes en los seres vivos. Pero también para prevenir su aparición. Tanto para una como para otra función, puedes usar varias técnicas.

Respecto a estas, suelen consistir en la aplicación de sustancias químicas derivadas del alcohol. Pero igualmente se usan otros productos antisépticos, como la clorhexidina o el iodo.

En cuanto a los primeros, también llamados «alcoholes quirúrgicos», destacan el etanol, el isopropanol y el propanol. Pero el más efectivo suele ser el alcohol etílico al 70 %. El isopropílico es todavía más potente, pero tiene ciertos efectos secundarios.

También el iodo se aplica en una solución alcohólica que denominamos tintura de iodo y que tiene, aproximadamente, un 10 % de este último. Su nombre comercial más conocido es Betadine. Es muy habitual usarlo como paso previo para cubrir la piel en la preparación quirúrgica.

Respecto a la clorhexidina, destruye la membrana de la célula microbiana. Es muy usada en odontología como colutorio bucal. Pero, en forma de crema, también se usa para desinfectar quemaduras y heridas.

Por último, una técnica antiséptica muy común es el lavado de manos con geles hidro alcohólicos. No obstante, debes usarlos de buena calidad porque, de lo contrario, pueden irritarte la piel.

instrumental quirúrgico

La antisepsia en cirugía

Ya te hemos explicado las peculiaridades de la asepsia y la antisepsia. Sin embargo, hay algo más que debes saber. Se trata de que la piel no puede esterilizarse, a diferencia de lo que se hace con los objetos inanimados. Por ello, antes de realizar una intervención quirúrgica, solo se puede recurrir a las técnicas de antisepsia que te hemos citado.

Los biocidas

Reciben este nombre todos los productos destinados a neutralizar la acción de los microorganismos. Por tanto, todos los que te hemos mencionado al hablar de las técnicas de asepsia y antisepsia se engloban bajo este nombre genérico. Serían los desinfectantes y los antisépticos, pero también los conservantes. Es un término con el que debes estar familiarizado si piensas trabajar como sanitario.

En conclusión, la asepsia y la antisepsia son dos conceptos que pueden confundirse. De hecho, ambos hacen referencia a la eliminación de microorganismos. Pero la primera se aplica en superficies y objetos, mientras que la segunda se hace a los seres vivos. Por ello, las técnicas usadas en ambas son diferentes.