Circular en ambulancia puede llegar a ser peligroso tanto para los pacientes como para el personal sanitario. ¿Cuál es la mejor forma de asegurar al paciente y cómo pueden los técnicos de emergencias sanitarias estar a salvo durante la conducción? La conducción a gran velocidad y el hecho de atender al paciente durante el traslado, son factores a tener muy en cuenta por los TES. Por ello, en este artículo, queremos solventar algunas dudas habituales.
¿Qué es necesario para circular en ambulancia?
Si quieres conducir este tipo de vehículos es necesario tener dos aspectos en cuenta. En primer lugar, resulta imprescindible que el carnet de circulación esté en vigor. Para ello, debe haber sido expedido (o renovado) en las fechas indicadas y haber superado el correspondiente test psicotécnico.
Sin embargo, no todo el mundo con carnet de conducir puede llevar una ambulancia. Hasta el 1 de Enero de 2016 existía el permiso BTP, que fue suprimido para adaptarse a la reglamentación europea. Desde 2016 solo será necesario el permiso de conducir B para vehículos de menos de 3.500kg. Para ambulancias o vehículos de más de 3.500kg y hasta 7.500kg de MMA será necesario el carnet C1.
Además de todo esto, debes conocer las normas de tráfico que siguen las ambulancias. A pesar de que tienen prioridad en la circulación, hay que llevarlas con la máxima precaución. En los semáforos rojos o cruces sin preferencia, deberán valorar si pueden o no saltarse estas señales. Es importante que no pongan en peligro la vida de peatones u otros conductores que se encuentren en la zona. Así, se considera que el conductor será capaz de determinar cuándo es preciso vulnerar las señales de tráfico.
Del mismo modo, deberás conocer cómo utilizar las luces y las sirenas de la ambulancia. Las primeras deben permanecer siempre puestas y las sirenas solo se utilizarán en situaciones de emergencia, señalizar maniobras y avisar a otros vehículos o peatones para demandar paso.
¿Qué tipos de ambulancia existen?
La principal distinción entre ambulancias radica en las asistenciales y en las no asistenciales. Las primeras son las que atienden a los pacientes en ruta mientras que las segundas son más simples y se utilizan únicamente para traslado de pacientes. Un ejemplo de ello son los traslados de las personas que acuden a rehabilitación. En estos casos la utilización de luces, sirenas y la vulneración de algunas de las normas de tráfico no estaría justificada.
En el caso de las ambulancias asistenciales, hay que distinguir también algunos de los tipos existentes, en función de la gravedad de la asistencia. Así, existen ambulancias de soporte vital básico, soporte y rescate y la UVI móvil. Estas últimas requieren llegar cuanto antes a un hospital próximo y, por tanto, sí pueden recurrir a todo lo mencionado antes.
Peligros de circular en ambulancia y cómo solventarlos
Como técnico en emergencias sanitarias puedes toparte con diferentes situaciones que deberás solucionar. Una de ellas podría ser que el paciente se mareara durante el trayecto al realizarse de una forma atípica. Es posible que en este momento el paciente tenga náuseas que terminen por convertirse en vómitos, por lo que hay que estar preparado.
En el caso de que la ambulancia acuda al lugar del accidente, también es típica la aparición de una crisis de ansiedad. El shock tras el incidente puede provocar temblores, exceso de sudoración y taquicardias. Por ello, deberás estar preparado para actuar aportando apoyo a nivel psicológico al tiempo que suministras los procedimientos médicos pertinentes.
Además de la ansiedad y de los mareos, existe un factor que es especialmente importante en el caso de pacientes en estado crítico. Nos referimos a la alteración de las constantes vitales. Como efecto del viaje y de los movimientos bruscos de la ambulancia, los pacientes pueden tener alguna rotura a nivel interno. Esto provocará una alteración de las constantes, algo para lo que igualmente has de estar preparado. Dado que el soporte en ambulancia es limitado, la prioridad en este caso será llegar cuanto antes al hospital más cercano.
En cualquiera de estas tres situaciones hay algo común que podemos hacer: asegurar al paciente. Si se halla en una posición adecuada deberás evitar que los movimientos puedan afectarle. De este modo, no será tan fácil marearse, irá más cómodo tras un ataque de ansiedad y no se producirán roturas. Los vehículos de emergencias cuentan con diversas herramientas para la inmovilización del paciente.
Las camillas que se utilizan pueden amarrarse al suelo de la ambulancia o las paredes. Suelen contar con frenos con bloqueo para que la camilla no se desplace. Y además, la propia camilla o en diferentes puntos de paredes y suelo del vehículo, existirán correas de inmovilización del paciente.
La seguridad del equipo TES en el vehículo de emergencias
La labor del técnico en emergencias de la salud resulta esencial para lograr estos objetivos y tranquilizar al paciente. El tratamiento de las personas que lleva a cabo dicho técnico tras un incidente puede ser de gran ayuda para su posterior recuperación. Para saber cómo actuar en cada caso, lo recomendable es que completes una formación adecuada y que, poco a poco, puedas introducirla en la experiencia diaria del trabajo.
Dentro de una ambulancia el equipo de técnicos de emergencias sanitarias deberá atender al paciente. Habitualmente la primera atención médica si el caso no es de extremada urgencia, podrá realizarse en el lugar de los hechos. Pero ante emergencias extremas, la primera atención médica podrá realizarse en la ambulancia de camino al hospital. En este último caso, la seguridad del equipo de sanitarios que viajen sin cinturón de seguridad se verá reducida.
Tomar consciencia de los movimientos de la ambulancia, predecirlos y tomar acciones como sujetarse de partes fijas del vehículo, serán claves para la seguridad del TES. Mientras realiza sus funciones médicas con el paciente deberá asegurar su propia seguridad.
También, hay que tener en cuenta que aunque la ambulancia no esté en movimiento existen peligros. Al subir la camilla, o bajarla de la ambulancia, pueden producirse accidentes. De ahí que los profesionales de emergencias sanitarias deban tener claros los protocolos de trabajo. Asegurar al paciente, fijar las partes móviles del vehículo o asegurar el cierre de las puertas, por ejemplo, son tres ejemplos de estos protocolos de seguridad.
En definitiva, circular en ambulancia es seguro tanto para el paciente como para los profesionales sanitarios si se siguen protocolos de actuación básicos. Así, circular con seguridad en ambulancias no será tarea difícil.