La cirugía mayor ambulatoria es un tipo de intervención quirúrgica en la que se entrega el alta al paciente el mismo día. Esto ocurre porque requiere cuidados posoperatorios muy poco intensivos y de una duración corta. Por lo tanto, no resulta necesario su ingreso hospitalario. Este concepto forma parte del temario de nuestro curso de Auxiliar de Quirófano y central de esterilización y equipos.
¿En qué consiste esta intervención?
Se trata de un modelo organizativo en el que se trata al paciente de manera efectiva sin necesidad de ingreso. Es una cirugía que supone un reto constante para todo el equipo quirúrgico. Esto se debe a que es fundamental minimizar las complicaciones para devolver al paciente a su entorno lo antes posible.
En este procedimiento se utilizan técnicas muy poco agresivas junto con otras anestesiológicas que ocasionan escasos efectos secundarios. De esta manera, se consigue una rápida recuperación sin alterar las condiciones sociales y familiares del paciente.
Es necesario que conozcas en qué se diferencian de otras intervenciones, como la cirugía menor o la de corta estancia. Como te hemos comentado en líneas anteriores, la cirugía mayor ambulatoria conlleva la ausencia de ingreso. Sin embargo, la de corta estancia requiere que el paciente permanezca bajo cuidados médicos uno o más días. Por último, la cirugía menor no precisa cuidados tras el procedimiento quirúrgico.
¿Qué pacientes son aptos para este tipo de proceso?
La clasificación de riesgo anestésico la elabora la Sociedad Americana de Anestesiólogos. Según esta, son aptos los pacientes que están sanos (grado I) y los que tienen una enfermedad sistémica leve (grado II).
En los pacientes pediátricos y en los que tengan una enfermedad sistémica grave, pero no incapacitante (grado III), hemos de valorar dos factores para realizar una cirugía mayor ambulatoria: el tipo de cirugía que se va a realizar y si existe disponibilidad para cuidados posoperatorios en el domicilio.
No son aptas las personas con un riesgo anestésico alto o que requieran un tipo de monitorización compleja. Tampoco los obesos mórbidos, los pacientes psiquiátricos o los que se nieguen a ser intervenidos bajo este modelo. Además, los que no cuenten con un apoyo social adecuado el día de la operación tampoco podrán someterse a esta cirugía.
Dentro de los pacientes pediátricos, se excluyen los lactantes prematuros y los que sufran cardiopatías, enfermedades respiratorias graves, fiebre, dolor de garganta, etc.
¿Qué preparación necesita el paciente antes de una cirugía mayor ambulatoria?
Como cualquier paciente que se enfrenta a una operación, es imprescindible un estudio preoperatorio. En función de cada caso, el anestesiólogo personalizará dicho análisis para conseguir una intervención lo más indicada posible.
El paciente será informado de cuándo y dónde debe acudir. Has de saber que debe estar acompañado a la hora de recibir el alta. Antes de la operación, se le indicará el tiempo de ayuno que es necesario, si puede seguir tomando alguna medicación que tenga prescrita, etc.
Por último, no has de olvidar que en esta evaluación previa a la intervención es muy importante la preparación psicológica y la obtención del consentimiento por parte del paciente.
¿Dónde se realizan estas intervenciones?
A continuación, te explicamos las unidades en las que se pueden realizar este tipo de intervenciones.
Unidades integradas
Se encuentran dentro del recinto hospitalario del que dependen. Por lo general, tienen entrada independiente, pero comparten con el hospital varios recursos (quirófano, personal auxiliar, farmacia, etc.).
La principal ventaja que presentan es que la inversión inicial que ha de realizarse es mínima. Además, cuentan con un respaldo inmediato del hospital en el caso de que sea necesario.
Unidades satélites
Aunque dependan de un centro en concreto, están fuera del recinto hospitalario y tienen recursos propios. Entre sus inconvenientes, podemos citar que el respaldo del hospital no es inmediato y que necesitan una mayor inversión.
Unidades independientes
No dependen de ningún centro hospitalario, por lo que funcionan de manera completamente autónoma. No son nada habituales en España, por lo que es complicado encontrar alguna de este tipo.
¿Qué criterios se siguen para dar el alta tras una cirugía mayor ambulatoria?
Tras este tipo de operación, el sentido común es el que debe guiar a la hora de dar el alta al paciente. Este debe tener la capacidad para andar, tomar líquidos y haber recuperado la función motora y sensitiva. Por supuesto, no deben existir signos de sangrado activo, dificultad respiratoria o retención urinaria.
Además, resulta indispensable que el paciente cuente con el apoyo que se considere necesario para poder terminar de recuperarse en su domicilio.
Siempre debe existir la posibilidad de realizar un ingreso hospitalario o de prolongar la estancia. Aun así, solo en el 1 % de los casos hay un ingreso no previsto en este tipo de intervenciones.
Como has podido comprobar, la cirugía mayor ambulatoria es un tipo de operación en la que el paciente requiere pocos cuidados posoperatorios. Por este motivo, no se realiza ingreso hospitalario y se le entrega el alta el mismo día. De todas formas, la unidad en la que se lleve a cabo debe estar preparada para un ingreso no previsto.