Los residuos sanitarios son cualquier desecho que proceda de un centro sanitario, incluyendo envases que los contengan o los hayan contenido. En España, la clasificación de los residuos sanitarios varía ligeramente por comunidades autónomas. Pero existe una legislación común, basada en la Nota Técnica de Prevención 838 (Gestión de Residuos Sanitarios), del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, y la Nota Técnica de Prevención 372 (Tratamiento de Residuos Sanitarios).
¿Qué tipos de residuos sanitarios existen?
Los desechos incluidos en la clasificación de los residuos sanitarios son los siguientes:
- Residuos urbanos generados en centros sanitarios.
- Residuos asimilables a urbanos.
- Residuos específicos de riesgo (es decir, los considerados peligrosos).
- Residuos humanos (cadáveres y restos humanos con entidad, procedentes de abortos, operaciones quirúrgicas, autopsias,etc.).
- Residuos radiactivos (cuya recogida y eliminación se lleva a cabo por Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S.A.).
- Residuos químicos (aquellos contaminados con productos químicos que los convierten en peligrosos, de materiales muy diversos como pilas, termómetros, disolventes, reactivos, baños de revelado de radiografías, lubricantes, aceites minerales y sintéticos,etc., que son regulados por la Ley 22/2011, de residuos, y el Reglamento de Residuos Tóxicos y Peligrosos).
- Residuos citostáticos regulados por la Ley 22/2011.
Clasificación de los residuos sanitarios
En la normativa común para todas las CC.AA. que contiene la NTP 372 se establece una clasificación de los residuos sanitarios en cuatro tipos:
Residuos asimilables a residuos municipales o tipo I
Son residuos que normalmente no exigen tratamiento especial. Entre los residuos asimilables a urbanos encontramos papel, cartón, material de oficinas y despachos, desechos de cocina y comedor, de jardinería y de talleres y residuos provenientes de pacientes no infecciosos que no estén incluidos en los de tipo II o III.
Residuos sanitarios no específicos o de tipo II
Son aquellos con los que han de tomarse medidas de protección en la recogida, la manipulación, el almacenamiento y el transporte, pero únicamente en el ámbito del centro sanitario.
Entre los residuos sanitarios no específicos se incluyen ropa, material de curas, yesos y material de un solo uso contaminado con sangre, secreciones y/o excreciones, así como todos los no englobados como residuos de tipo III.
Residuos sanitarios específicos o de riesgo o tipo III
Son aquellos con los que deben tomarse medidas de protección en recogida, manipulación, almacenamiento y transporte. Tanto en el ámbito sanitario como fuera del mismo, ya que pueden representar un riesgo para la salud pública.
Los residuos sanitarios o infecciosos son aquellos capaces de transmitir cólera, fiebres hemorrágicas víricas, brucelosis, difteria, meningitis, encefalitis, fiebre Q, muermo, tuberculosis activa, hepatitis vírica, tularemia, tifus abdominal, lepra, ántrax, fiebres paratifoideas A, B y C, peste, poliomielitis, disentería, rabia o SIDA.
Los residuos anatómicos los representa cualquier resto anatómico humano que pueda reconocerse como tal.
La sangre y los hemoderivados en estado líquido van en recipientes específicos para estas sustancias y otros líquidos biológicos. No se incluyen en este bloque materiales cerrados o que hayan absorbido estos líquidos.
Las agujas y el material punzante o cortante utilizado en la actividad sanitaria, independientemente de su origen, como son agujas, pipetas, hojas de bisturí, portaobjetos, cubreobjetos, capilares y tubos de vidrio, entran también dentro de los residuos sanitarios específicos
Finalmente, entrarían en este tipo las vacunas vivas y atenuadas.
Residuos tipificados en normativas singulares o de tipo IV
Son aquellos cuya gestión está sujeta a requerimientos higiénicos y ambientales, tanto dentro como fuera del centro sanitario.
Los residuos citostáticos son restos de medicamentos antineoplásicos no aptos para uso terapéutico; incluyen todo material de un solo uso que haya estado en contacto con estos fármacos. Estos residuos destacan especialmente entre los distintos residuos sanitarios por su peligrosidad.
Los restos de sustancias químicas o residuos contaminados con sustancias químicas que les dan el carácter de residuo industrial pueden ser: termómetros, pilas, disolventes, reactivos, lubricantes, baños de revelado de fotografías, etc.
Compete la recogida y eliminación de los residuos radiactivos o contaminados con sustancias radiactivas a ENRESA (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S.A.) .
Los llamados restos anatómicos con entidad son cadáveres y restos humanos reconocibles procedentes de abortos o de operaciones quirúrgicas, cuya gestión está regulada por el Reglamento de Policía Mortuoria (Decreto 2263/1974).
Completaríamos el bloque con los medicamentos caducados, los aceites minerales y sintéticos y los residuos con metales.
Recogida de los residuos sanitarios
Se lleva a cabo en recipientes específicos según el tipo de residuo.
Los residuos de tipo II y III se introducen en recipientes con estanqueidad total, opacos, resistentes a la rotura, con asepsia total en su exterior, ausencia en su interior de elementos sólidos, punzantes y cortantes, volumen inferior a 70 litros y cierre especial hermético.
Los residuos sanitarios cortantes y punzantes, en recipientes impermeables, rígidos y a prueba de pinchazos.
Los citostáticos, en contenedores de un solo uso de polietileno o poliestireno. Y los específicos sanitarios líquidos procedentes de pacientes con infecciones no endémicas de España y cultivos líquidos de microbiología han de tratarse como residuos sanitarios específicos sólidos.
Con estas últimas referencias queda completa la clasificación de los residuos sanitarios. Todo el personal que trabaje en centros de salud u hospitales, como auxiliares de enfermería o auxiliares de quirófano, por ejemplo, deben conocer esta clasificación y actuar en consecuencia.