Para muchos, retomar los estudios puede ser una gran oportunidad. Sin duda implica, en ocasiones, la posibilidad de cumplir con una asignatura pendiente o un anhelo vocacional postergado. Pero si se tiene que combinar estudios y trabajo, la fórmula del éxito es difícil de lograr.
Combinar los estudios con el trabajo no es fácil, pero tampoco debería considerarse una misión imposible. Sin duda, para aprovechar al máximo la jornada de 24 horas y ser capaz de estudiar y trabajar, es preciso organizarse y administrar muy bien el tiempo. ¿Te apuntas?
¿Cómo hacer para combinar estudios y trabajo y no morir en el intento?
De acuerdo con los datos de la última Encuesta de Población Activa, los jóvenes de hasta 29 años que estudian y trabajan superan los 714.500. Esta cifra viene aumentando en los últimos años. Para esa franja de edad normalmente, compaginar estudio y trabajo se hace necesario. Habitualmente a esa edad ya es necesario disponer de una independencia económica, por lo que se quiere formarse, lo normal es hacerlo en combinación con el empleo.
Pero también están los mayores de 30, 40 o 50 años que se animan a sumar desafíos a su vida. Para muchos esto es sinónimo de volver a estudiar: esta vez lo que les gusta. Muchas veces se busca también una mejora salarial o incluso cumplir el sueño de ser su propio jefe.
En efecto, los motivos que llevan a las personas a volver a las aulas son múltiples, así como sus estrategias para lograrlo. Las estrategias más conocidas para combinar el trabajo con los estudios podrían ser las siguientes:
- Hacer una impecable gestión del tiempo. Es el pilar fundamental para que todo cuadre. Se trata de establecer metas y cumplirlas: horarios de estudio, días de trabajo, horas de descanso, tiempo libre,etc. Todo es importante. Para que quepa en tu agenda tienes que destinar determinado tiempo a cada tarea o actividad y planificar al detalle.
- Trabajar algo menos que la media. Quienes trabajan y estudian suelen ser freelancers o trabajadores a tiempo parcial (hacen prácticas, trabajan por horas, los fines de semana o media jornada). Por lo general, quien trabaja nueve horas con horario cortado no llega a la tarde-noche con energías para cursar una formación profesional, estudiar y rendir bien en los exámenes. Pero no te desanimes si es tu caso, porque todo es posible. Solo depende de tu constancia y tu fortaleza mental.
- Delegar tareas y pedir ayuda. Solicitar a alguien que cuide a tus hijos el sábado por la mañana o pedir a un compañero de trabajo que haga algo por ti. Siempre se necesita a alguien capaz de echarte una mano.
- Tener siempre presente la meta. Para no perder la motivación en épocas de exámenes o ante picos de trabajo es sustancial no perder nunca de vista el objetivo personal: capacitarse, ser mejor en algo o conseguir un salario más alto. Es la zanahoria a seguir.
- Destinar tiempo al ocio. Siempre se necesita una pausa. Una salida con amigos, ir al gimnasio o la clase de pintura decorativa. ¡Lo mismo da!. Lo que realmente importa es que la semana tenga huecos libres. De otro modo se torna muy cuesta arriba la ardua tarea de ser un trabajador y un estudiante de éxito.
Una formación profesional puede cambiarte la vida
Combinar estudios y trabajo, más que un sacrificio puede convertirse en una puerta hacia un mejor futuro laboral o en el sueño cumplido de trabajar de algo que te apasione. Concretamente, está demostrado que esto aporta un plus a la vida de cada cual.
Quienes en la actualidad trabajan y estudian coinciden en que se trata de una experiencia de lo más gratificante. Entre las ventajas que aporta, destacan:
- Es un valor añadido en el currículum. La teoría que aportan los centros de estudios no se compara con la experiencia y la práctica que brinda el ámbito laboral. Para muchos recrutadores las personas que han hecho el esfuerzo de trabajar mientras estudiaban, tienen un plus. Han demostrado tenacidad y ser personas que logran lo que se proponen.
- Trabajar es el modo que algunos han encontrado para pagarse sus estudios. No hay recompensa sin sacrificio. Quien quiera un mejor trabajo debe formarse profesionalmente. Esa es la cuestión.
Estudiar y trabajar. Es solo una cuestión de actitud
Para conciliar vida personal, vida laboral y vida académica no se necesitan tres vidas. Nada de eso. Se trata, simplemente, de priorizar algunas cuestiones por encima de otras. Por ejemplo, quedar con amigos solo los fines de semana para aprovechar el tiempo libre entre semana para leer bibliografía y apuntes. O sacrificar alguna que otra hora de sueño a cambio de la recompensa final: el tan ansiado título de la formación profesional.
En definitiva, combinar estudios y trabajo no solamente es posible. Puede ser, para muchos, un reto personal y una meta a alcanzar. Esto resulta cien por cien positivo, ya que siempre es preciso tener un proyecto en mente para mantener vivo el deseo, el mejor arquitecto del destino. Y tú ¿te animas a ir por tus sueños?