Son muy conocidos los beneficios que tiene hacer masajes a bebés. Además, no se necesita demasiado para llevarlos a cabo, por lo que son muy recomendables. También es cierto, que hay que saber hacerlos. Conocer cuáles son las condiciones apropiadas y, sobretodo, tener unas expectativas realistas acerca de lo que podemos esperar de un bebé, son aspectos clave.
Soy madre de dos niños y hasta que no estudié el ciclo formativo de Educación Infantil no descubrí cómo hacer un masaje “adecuado” a mis hijos. Al principio hice lo que muchas mamás, apuntarme a un curso de masaje infantil en el ambulatorio de mi barrio…. Pues bien, duré dos sesiones. A mi pequeño no le gustaba demasiado y enseguida empezaba a llorar por frío, por sueño o por sobreestimulación. Allí nos explicaban la “técnica” del masaje infantil, pero la información acerca de las necesidades de los niños brillaba por su ausencia.
Desistí de dar masajes a mis bebés, pero, como había empezado a estudiar el ciclo de educación infantil volví a tratar el tema puesto que se incluye en el temario. Entonces sí descubrí cómo dar masajes a bebés de la forma adecuada.
En una de las prácticas del Grado Superior de Educación infantil, tenía que grabarme dando un masaje a un bebé de 8 meses. Lo primero que hice fue practicar con mis hijos, que ya tenían más de 3 años. Como ya sabía qué podía esperar de esa “actividad”, fueron todo un éxito. ¡Y mi práctica formal con el bebé de 8 meses también!
Lo mejor que aporta el masaje es la creación de ese vínculo especial entre el bebé y la persona que realiza el masaje (ya sea su mamá, papá o su educadora). No es la única manera en que se crea ese vínculo, por supuesto… La alimentación, el baño, el cambio de pañal, los juegos, etc. también son buenas oportunidades para favorecer ese vínculo. Las educadoras infantiles, especialmente, tenemos que tener en cuenta todos esos momentos ya que es cuando disponemos de escasos minutos (hay que ser sinceras) para prestar nuestra atención única y exclusivamente al bebé o al infante que tenemos delante.
Bueno, lo que quiero contarte en el artículo de hoy es cómo dar correctos y buenos masajes a bebés. Así que vamos a empezar, y lo haremos señalando los principales beneficios del masaje infantil.
Beneficios del masaje infantil:
- Ayuda a crear un vínculo afectivo entre el bebé o niño y la persona que se le da el masaje.
- Mejora el funcionamiento de los sistemas immunológico, endocrino y gastrointestinal.
- También mejora el sistema nervioso, el respiratorio, el circulatorio y el muscular.
- Estimula los sentidos.
- Ayuda al desarrollo del cerebro.
- Libera tensiones corporales y emocionales.
- Favorece la conexión emocional.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de dar masajes a bebés?
Lo más importante es que el bebé esté relajado y quiera el masaje en ese momento. Con los más pequeñitos tendremos que observar sus gestos y expresiones para identificar si no les está gustando. Si ves que no está muy cómodo lo mejor es parar. Además, tú también tienes que estar relajada/o, tranquilo/a, y con ganas de hacerle el masaje. No puede ser una obligación para ninguna de las dos partes. Ten en cuenta que las neuronas espejo del bebé, captarán tus emociones y de tu estado emocional puede depender esa creación del vínculo de apego.
Al disponerse a hacerlo, habrá que buscar una posición cómoda para ambos. Por ejemplo, el bebé tumbado encima de mantas o algo blandito, y tú, sentada/o delante, con las piernas cruzadas o abiertas. También podría hacerse de pie con el bebé en un cambiador que te quede a un altura correcta. ¡Ojo! Tienes que velar por ti y la salud de tu espalda.
La hora del día que elijas para hacerle el masaje tiene que ser la que el bebé esté más receptivo. Esto lo sabrás observando sus ciclos de sueño, cómo se comporta cuando tiene hambre, etc. Es de sentido común, ¿verdad?
El ambiente también es muy importante. La habitación tiene que estar calentita y con poca luz. También sería bueno colocar una una música relajante e incluso colocar incienso o velas aromáticas. Esto creará un ambiente super relajante, como un chill-out para bebés… 😉
Sobretodo, ten preparado y a mano todo lo que necesitas antes de tumbar al bebé para hacerle el masaje. Necesitarás: aceite corporal (es necesario que sea un aceite especial adecuado al PH de la piel de los bebés), una manta o toalla donde lo tumbarás, toallitas para limpiarle y limpiarte después, etc.
Explícale al bebé lo que vais a hacer y pregúntale si quiere que le hagas un masaje. Aunque aún no pueda contestarte tú pídele permiso para comenzar, éstos son los cimientos del respeto hacia su cuerpo y hacia su persona.
¿En qué partes del cuerpo se puede hacer el masaje?
Un masaje de todo el cuerpo suele empezar por las piernas y acabar por la espalda. Pero, con los bebés más pequeñitos, lo mejor es elegir una parte y hacer un masaje más cortito. Cuando vaya creciendo y según lo que tú veas que le gusta, podrás ir añadiendo haciendo masajes más largos y completos. Las partes del cuerpo en las que se pueden hacer masajes a bebés son: las piernas y pies, la barriga, el pecho y la exila, los brazos, la espalda y la cara.
En los bebés más pequeños la parte más sencilla para hacerles el masaje son las piernas y los pies. Pero si a alguno no le gusta estar tumbado boca arriba puede que prefiera los brazos o la espalda. Este tipo de masaje se lo puedes hacer poniéndote al bebé encima de tus piernas. Otra opción, será simplemente tocarle las manitas con la yema de un dedo o hacerle un masaje muy suave en la cara. La cuestión es estimular sus sentidos. ¡No hace falta que sea de cuerpo entero para que sea un masaje!
Los niños mayores de 1 año, que están acostumbrados a ser masajeados, seguramente elegirán ellos mismos dónde quieren el masaje. Cambiarán su posición o te harán alguna señal para indicarte lo que quieren. Debes estar atento/a.
¿Cómo se hace el masaje?
Lo más importante en el masaje no es la técnica, sino que los movimientos sean rítmicos y estimulantes. El objetivo es relajar, así que unas caricias con la palma de las manos o las yemas de los dedos con una ligera presión sobre la piel ya hacen la función de masaje. Me alargaría mucho si empiezo a explicarte cómo se hace el masaje en todas las zonas del cuerpo así que voy a explicarte solo movimientos básicos.
Movimientos estimulantes:
Son movimientos que se dirigen hacia el corazón, del tobillo a la cadera, por ejemplo. Estos son algunos movimientos estimulantes que puedes usar para los masajes a bebés:
- Pasar la mano plana sobre la piel como si la arrastraras, desde afuera hacia el corazón.
- Hacer movimientos circulares con las puntas de los dedos.
- Con la mano como un cuenco, dar pequeños golpecitos en la espalda o el pecho.
- Rodear con una mano el brazo o la pierna y arrastrarla desde el tobillo a la cadera, o desde la muñeca al hombro si es en el brazo.
Movimientos relajantes:
Son movimientos que van desde el centro del cuerpo hacia afuera (a la inversa de los estimulantes) y son:
- Pasar la mano plana sobre la piel como si la arrastraras desde la parte más cercana al corazón hacia afuera.
- En piernas y brazos, rodear con las dos manos y arrastrar hacia afuera a la vez que se tuercen las manos como si quisieras cruzarlas.
- Poner las dos manos completamente estiradas en cada lado del brazo o pierna, y hacer movimientos hacia adelante y hacia atrás a la vez que vas bajando de la cadera al tobillo (o del hombro a la muñeca).
- Poner la mano completamente plana y reposarla encima.
¿Cómo comenzar el masaje al bebé?
Empieza siempre reposando las manos encima de la piel del bebé y con una suave y lenta caricia.
Continua con movimientos estimulantes. Según la zona del cuerpo que elijas tienes más o menos opciones (ya has visto que hay dos movimientos que sólo son para las piernas y los brazos). Puedes hacer solo uno o todos, dependerá de lo que al bebé le gusta. Recuerda, observa. Si estás estudiando educación infantil seguro que ya has escuchado mil veces esta palabra. Si es la primera vez que le haces un masaje a un bebé es mejor que te centres en hacer solo un único movimiento.
Después haz los movimientos relajantes. Como con los movimientos estimulantes, elije los que tú quieras. Básate en la zona que masajeas, los gustos del bebé y guíate por tu instinto una vez hayas hecho ya algún masaje.
¿Y qué pasa con la duración del masaje?
Pues no hay normas. No pienses que es poco tiempo si solo haces 1 movimiento de cada. No pasa nada si solo dura 5 minutos ya que para un bebé, puede ser más que suficiente. De hecho, yo creo que es lo ideal.
Tampoco hay tiempo límite para hacer el masaje. Observa al bebé y captarás las señales que te indicarán cuando parar. Cómo referencia, 15 o 20 minutos sería el tiempo de un masaje completo, pero si dura menos también está genial.
Existen libros en los que encontrarás referencias, pero recuerda que son meras estadísticas orientativas. La regla de oro es siempre observar y adaptarse a las necesidades de cada bebé.
¿Has hecho alguna vez masajes a bebés? ¿Qué tal la experiencia? Puedes dejar tus comentarios y compartir este artículo en tus redes con tus amigos. Esperamos que esta información sobre cómo hacer masajes a bebés te haya resultado muy útil. ¡Gracias!
Escrito por: Nuria Ortega, Educadora Infantil y Educadora certificada en Disciplina Positiva. Autora del blog Educar para el futuro.