A la hora de hablar de electricidad, es importante distinguir los conceptos de corriente alterna y corriente continua. Dichos conceptos se utilizan constantemente para hablar del funcionamiento de dispositivos y equipos. Es decir, de aparatos de uso diario o cotidiano, tanto en los hogares como en distintos ámbitos de trabajo.
Ante todo, es vital definir qué es la electricidad en sí misma. Como ya sabrás, la electricidad constituye un tipo de energía. Esta se genera por el movimiento de los electrones a través de la estructura de un material conductor. Dicho material debe permitir el flujo de los electrones en su interior, y si no es así, actuará como aislante de dicho material.
Fundamentos de los tipos de corriente
La capacidad de conductividad de los materiales se representa mediante una medida establecida en el Sistema Internacional. Dicha unidad, el Siemens, se representa con la letra S, y con ella se establece el nivel de conductancia eléctrica.
Una vez que tenemos identificado un material conductor y su valor de conductancia, tenemos que valorar el tipo de corriente. Y es que los electrones pueden moverse en un solo sentido o alternar su movimiento en dos. Por tanto, en función de cada tipo de movimiento, distinguimos dos clases de corriente:
- La corriente continua. Es aquella cuyo flujo de electrones se produce en un mismo sentido constantemente. Por su denominación en inglés, Direct Current, se designa internacionalmente por las siglas DC. En español, es posible que veas que se identifica también con las siglas CC.
- Corriente alterna. En ella, el flujo de electrones se produce en dos sentidos. Se suele denominar con las siglas AC por su nombre en inglés, Alterning Current. En español, en cambio, se puede designar con las siglas CA.
La mayor parte de las redes eléctricas emplean la corriente alterna. Las baterías, dinamos y pilas, por su parte, producen corriente de tipo continuo.
A continuación, vamos a ahondar en los detalles de cada tipo de electricidad. De esta forma, te resultará más fácil comprender por qué se utilizan para distintos fines.
La corriente alterna
La corriente alterna es la que producen los alternadores, y la que se genera en las centrales eléctricas. En consecuencia, este tipo de corriente es la que utilizas cada día al conectar aparatos a los enchufes y tomas de corriente en tu casa o en el trabajo. Se trata de la corriente estándar, dado que es mucho más fácil de producir y de transportar.
Al momento de producirla, un alternador gira las espiras de su rotor 50 veces por segundo. Con ello, se generan la tensión y la corriente denominadas senoidales o sinusoidales. Para el giro descrito del alternador se dice que la frecuencia de la corriente alterna es de 50 Hz. En América, la frecuencia es de 60 Hz.
La intensidad varía constantemente con el tiempo, es decir, que el número de electrones no deja de variar. Al mismo tiempo, cambia de sentido de circulación las 50 veces que lo hace el alternador que la produce. La tensión que se desencadena entre los bornes o polos también varía en forma de onda senoidal. Como ves, la tensión tampoco es constante.
Respecto a la tensión en los hogares, se dice que tenemos una tensión de 230 voltios. Esto lo decimos porque, aunque la tensión cambia de forma constante, se usa un valor de referencia. Este parámetro es el Valor Eficaz y es el que una corriente continua debe alcanzar para producir el mismo efecto en un receptor de alterna.
Para que lo entiendas mejor pondremos un ejemplo con un radiador eléctrico: si lo conectáramos a 220 V de corriente continua produciría el mismo calor que conectándolo a alterna con un máximo de 325 V de tensión variable. De este modo, podríamos afirmar que dicha tensión alterna proporciona una tensión de 220 V, aunque este sea un valor variable.
La corriente continua
La corriente de tipo continuo es aquella que se suele producir en baterías, pilas y dinamos. En los extremos o polos de estos generadores de electricidad se crea una tensión constante. En otras palabras, se produce un nivel de voltaje que no varía con el tiempo. Esto significa que, por ejemplo, una pila de 9 voltios proporcionará siempre este mismo voltaje a cualquier receptor. La única manera de que deje de ocurrir es que dicha pila se gaste y tenga, en consecuencia, una tensión menor.
Además, todo receptor conectado a un generador de corriente continua recibe una corriente constante. Por ello, el mismo número de electrones se mueve con el paso del tiempo y en la misma dirección. Esta es la principal razón por la que puedes ver que los polos positivo y negativo son siempre los mismos.
Ahora que ya conoces los detalles de la corriente alterna y la corriente continua estás un paso más cerca de dominar todos los aspectos de la electricidad. Y si estás pensando en formarte en el sector eléctrico no dudes en consultarnos sobre nuestras formaciones de electricidad general.