Un DEA o Desfibrilador Externo Automático es un dispositivo electrónico ideado para restablecer el pulso de una persona en caso de crisis cardíaca. Para ello, el propio aparato encuentra y analiza el ritmo cardíaco. Además, determina de forma automática si es necesario o no aplicar una descarga eléctrica y la potencia adecuada.
Puedes encontrarte también con la denominación alternativa DESA para referirse al a un Desfibrilador Externo Semiautomático. En la actualidad, la mayoría de los desfibriladores son en realidad semiautomáticos. Esto quiere decir que aunque sea mínima, requieren de la utilización del aparato por parte de una persona.
¿Qué significan los latidos de nuestro corazón?
El corazón está compartimentado en cuatro cavidades: dos aurículas (arriba) y dos ventrículos (abajo). Este órgano tiene la importante misión de recibir y bombear la sangre. Lo hace mediante dos movimientos: relajación o diástole (se llena de sangre) y contracción o sístole (expulsa esa sangre).
La parte derecha del corazón recoge la sangre con dióxido de carbono que han utilizado las células de los órganos y tejidos para desarrollar sus funciones. Entra por la aurícula, pasa al ventrículo y de ahí es bombeada hacia los pulmones. En estos se produce el intercambio de gases: la sangre se desprende del dióxido de carbono y recoge el oxígeno.
La parte izquierda recibe por la aurícula esa sangre oxigenada que vuelve de los pulmones y pasa al ventrículo, desde donde es distribuida a todo el cuerpo. La parte izquierda del corazón hace más esfuerzo al bombear la sangre a más distancia, razón por la cual tiene unas paredes más gruesas y es de mayor tamaño.
Aunque parte derecha e izquierda realizan funciones diferentes, en un corazón sano se contraen y se relajan simultáneamente. El detonante que inicia el ciclo cardíaco es un impulso nervioso, que no es otra cosa que un impulso eléctrico, de manera que el corazón late por despolarización y repolarización (en lo que basan su funcionamiento los electrocardiogramas).
Ahora que ya conoces puntualmente las partes del corazón y cómo funciona, vamos a explicarte una de las causas por las que puede dejar de funcionar.
Fibrilación ventricular. ¿Cómo emplear el DEA?
La fibrilación ventricular es una actividad errática del corazón debido a una actividad eléctrica anómala. El pulso se vuelve caótico e irregular, lo que puede provocar que desaparezca por completo (paro cardíaco súbito).
En caso de una fibrilación ventricular, la rapidez en la actuación es vital. El primer paso tras comprobar el pulso de la víctima y ver que ni responde ni respira es llamar al 112 para que acudan los servicios de urgencia.
Si el corazón no funciona correctamente, los órganos y tejidos no reciben oxígeno, por lo que se produce la muerte celular. Además, si la sangre con dióxido de carbono (tóxico) no es bombeada, queda retenida en las células, produciendo daños en ellas. Se estima que la probabilidad de daño cerebral aumenta un 10 % cada minuto que el cerebro está privado de oxígeno.
Simultáneamente a la llamada al 112 y hasta la llegada de los sanitarios, debe iniciarse una reanimación cardiopulmonar (RCP). Esta es imprescindible para que el corazón pueda bombear esa sangre retenida y pueda llegar al cerebro y al resto de órganos.
Sin embargo, la utilización de un desfibrilador externo automático es más eficaz. Si disponemos de uno, es preferible a una RCP. La descarga que suministra el DEA provoca una especie de reseteo en el corazón, logrando que su actividad eléctrica vuelva a la normalidad con un latido fuerte y regular.
Utilización del Desfibrilador Externo Automático
Un desfibrilador externo automático consta de unas almohadillas con electrodos que deben colocarse en el tórax desnudo de la víctima. Es importante que no haya vello para que los electrodos se adhieran bien a la piel (incluye en su equipamiento una cuchilla para rasurar).
El propio aparato analiza la actividad cardíaca de la víctima. En algunos casos, el pulso es tan débil que puede llegar a ser imperceptible. El DEA evalúa en unos segundos si es necesario aplicarle una descarga (en caso de fibrilación) o si, por el contrario, hay pulso. Mediante audio va emitiendo los pasos que debe seguir en todo momento quien esté encargado del rescate.
Si va a emitirse una descarga, es muy importante alejarse de la víctima. En caso contrario, cualquier persona en contacto con ella la recibiría también, pudiendo sufrir un paro cardíaco. Una vez emitida la descarga, el aparato vuelve a evaluar el pulso de la víctima.
Recordemos que su uso está indicado solo en casos de fibrilación, no de pulso superficial si este es regular. Si no hay pulso pero se aconseja RCP, el rescatista llevará a cabo esta hasta la llegada de los servicios de emergencia. En caso de continuar la víctima en situación de fibrilación, se realizarán descargas sucesivas.
Si hemos conseguido restablecer el pulso de la víctima, se le pondrá en posición lateral de seguridad y con los electrodos colocados hasta la llegada de la ambulancia, ya que es posible que vuelva a entrar en crisis y se requieran nuevas descargas.
Si quieres iniciarte o aprender más sobre el Desfibrilador Externo Automático y los primeros auxilios, infórmate para acreditarte con el certificado oficial de DEA y soporte vital básico. Con la formación necesaria, salvar vidas está en tus manos.