La electroterapia TENS y EMS son dos tipos de terapia que se utilizan para la rehabilitación de artrosis en perros. En general, la electroestimulación es una terapia de humana que puede ser útil en animales para reducir los dolores musculares y mejorar su musculatura.
¿Qué es la artrosis y cómo afecta al perro?
La artrosis en perros, también llamada osteoartritis, es una patología de carácter articular, crónica, degenerativa y gradual. Por este motivo, el perro suele ir adecuándose a sus posibilidades, impidiendo detectar sus dolores con antelación. Su origen puede ser genético, primario (sin motivos conocidos) o secundario. Es decir, derivado de enfermedades articulares como displasia de cadera, rotura de ligamento cruzado, luxación de rótula… Suele aparecer con mayor frecuencia en las razas de mediano o gran tamaño, pero las más pequeñas tampoco están exentas.
Se produce con el desgaste continuado del cartílago de la articulación afectada. Esto supone el engrosamiento de la cápsula articular y la conformación de hueso extra sobre la articulación.
Los perros jóvenes mantienen su sistema óseo en buenas condiciones. Sin embargo, conforme van envejeciendo, el cartílago se desgasta y pierde sus propiedades. Esto hace que los huesos se rocen entre sí en las uniones. Una fricción constante que provoca cambios en el comportamiento y esqueleto del animal, haciendo la extremidad en cuestión disfuncional.
Síntomas de la artrosis canina
Cojera y rigidez en diferentes grados son los síntomas más habituales de esta patología; especialmente, cuando el perro sale de una posición de reposo. También es frecuente ver casos en los que las radiografías evidencian la existencia de artrosis, pero en los que todavía no se han manifestado problemas articulares.
Si percibimos deterioro físico del animal, problemas en el salto o cojeras esporádicas, es probable que estemos ante esta enfermedad. Otro indicativo puede ser la manifestación de un comportamiento agresivo cuando se manipula la extremidad sospechosa. Lo más probable es que esté experimentando en ella el dolor propio de la patología.
Cómo se realiza la rehabilitación de la artrosis del animal
Para tratar el dolor en canes y fortalecer sus músculos, en fisioterapia canina se hace uso de la electroestimulación. Es un tipo de terapia pasiva en la que todo el trabajo lo desarrolla el fisioterapeuta; el perro no tiene que hacer nada. Básicamente, consiste en aplicar una corriente eléctrica a través de unos electrodos transcutáneos dispuestos sobre la piel del perro. Para ello, no hace falta rasurar el pelo, pues se utiliza un gel conductor que facilita la tarea.
Electroterapia TENS y EMS
La electroterapia canina en perros con artrosis puede dividirse en dos tipos fundamentales:
- Electroterapia TENS o Estimulación Neuromuscular Eléctrica Transcutánea. Su principal función es disminuir la sensación de dolor agudo y crónico. Para ello, lo que hace es reducir la inflamación utilizando una corriente eléctrica de bajo nivel, un grado moderado cuya intensidad se irá incrementando de forma muy paulatina. Este tratamiento dura una media de veinte a treinta minutos, en cuyo tiempo el perro simplemente notará una sensación de hormigueo. Esta terapia como todas tiene sus indicaciones y contraindicaciones.
- Electroterapia EMS o Estimulación Eléctrica Muscular. En este caso, lo que se hace es emplear una corriente eléctrica para dar lugar a una contracción del músculo. De esta manera, se reeduca y fortalece el sistema muscular. Asimismo, se disminuye la atrofia y se mejora la capacidad de recuperación motora tras una lesión de carácter neurológico. También se incrementa la circulación sanguínea y la capacidad de movimiento del animal. Como en la terapia anterior, hay casos en los que se desaconseja su aplicación: perros propensos a las convulsiones, con áreas infectadas, trombosis y neoplasias, canes que tengan marcapasos o que sean gestantes. Tampoco se puede realizar en aquellos que tengan marcapasos.
En cualquier caso, la electroterapia TENS y EMS solo puede realizarlas un fisioterapeuta veterinario especializado, y siempre que el veterinario lo haya prescrito como conveniente para el perro.