Las enfermedades de la piel son unas de las más recurrentes que podemos sufrir. No en vano, aunque la piel no sea uno de ellos en sentido estricto, se trata del órgano más amplio de nuestro cuerpo. Por consiguiente, si te vas a dedicar a la enfermería, te conviene identificar las enfermedades cutáneas más relevantes. A continuación, te contamos las claves de las afecciones con las que te vas a poder encontrar de forma más habitual. Presta atención.

Este tema forma parte del temario de nuestro Curso de Auxiliar de Enfermería.

La relevancia de las enfermedades cutáneas

Antes de analizar las principales características de las afecciones de la piel, es el momento de recalcar la relevancia de esa superficie de tu cuerpo. En primer lugar, te recordamos que la piel supone una barrera de protección para tu organismo. No solo te protege de diferentes agresiones externas, como las infecciones y los golpes, sino que también regula tu temperatura corporal.

Asimismo, en ella reside el sentido del tacto, fundamental para la mayoría de las acciones cotidianas. Aparte de la generación de sensaciones, es clave para absorber y secretar sustancias. Estos procesos son determinantes para tu salud y bienestar.

Por otro lado, la dermatología diferencia las lesiones y los síntomas concretos de las enfermedades cutáneas. Como futuro trabajador sanitario, no debes confundir los efectos con las causas. Eso sí, te interesa asociar la sintomatología precisa a los cuadros concretos de cada una de las enfermedades de la piel.

Por eso, en las siguientes líneas, te vamos a presentar las principales afecciones que puede experimentar la piel de los pacientes.

¿Qué enfermedades de la piel se presentan con una mayor asiduidad?

A continuación, te describimos las enfermedades de la piel que más consultas de dermatología provocan. Toma nota.

Vitíligo

El vitíligo es una patología producida por las pérdidas de melanocitos, que son las células responsables de que la melanina pigmente la piel. Va a manifestarse, por tanto, en forma de manchas claras y tiene una mayor prevalencia entre quienes son morenos. Aunque se desconoce qué lo causa, se apunta a una combinación de genética y ambiente. Como el acné, puede conllevar un alto impacto emocional.

Psoriasis

La psoriasis se da cuando, por una aceleración de su ciclo vital, se acumulan células cutáneas muertas. Es una enfermedad de la piel crónica, aunque, con buenos tratamientos, puede contenerse su exacerbación. Se correlaciona con la aparición de manchas rojas escamadas y piel seca sanguinolenta. Los picores y los ardores son sus molestias asociadas más frecuentes. La debilidad del sistema inmunitario, los factores ambientales y los cuadros de estrés pueden desencadenarla. También influyen enfermedades como el sobrepeso y malos hábitos como el tabaquismo.

Acné

El acné es una enfermedad muy corriente en la adolescencia. Consiste en la aparición de granos, sobre todo, en el rostro; pero también en otras zonas, como la espalda o los brazos. Estos granos se forman por la inflamación de los folículos pilosos. Y esta es causada por las obstrucciones que generan las células muertas, el sebo o las bacterias. Se trata de una afección que tiende a remitir, aunque no siempre, con la edad. Influyen en ella variables de origen genético, ambiental, personal, etc. Su exacerbación en la cara puede comportar graves problemas de autoestima.

acné enfermedades de la piel

Herpes

Los herpes son unas infecciones ocasionadas por el VHS o virus del herpes simple. Se caracteriza por el surgimiento de ampollas rojas que producen ardor y, antes de ser costras, supuran. Según su localización, destacamos los genitales y los bucales o labiales. Por su parte, la varicela la provoca el virus de la varicela-zóster, cuya activación viene acompañada de erupciones cutáneas generalizadas. Asimismo, se experimentan fiebre y malestar general. Resulta muy contagiosa. La reactivación de este virus implica el padecimiento de la enfermedad del herpes zóster. Es reconocible por las vesículas y puede desembocar en inflamaciones de los nervios.

Impétigo

El impétigo se manifiesta con ampollas en cualquier parte del cuerpo. Cuando rompen, forman una costra plana. Su mayor prevalencia se da entre los niños. Las irritaciones de sus sarpullidos surgen por el rostro, pero también en otras áreas. La infección la provocan dos tipos de bacterias: los estreptococos del grupo A o el estafilococo aureus.

Rosácea

La rosácea es una afección habitual de la piel que puede surgir a cualquier edad. Las mujeres de piel clara son las más propensas. Los enrojecimientos que surgen en su cara van acompañados de un gran ardor. Aparte, resulta incompatible con la mayoría de los productos cosméticos.

Dermatitis de contacto y atópica

Se trata de reacciones de la piel que degeneran en enrojecimientos, comezones y descamaciones, entre otros inconvenientes. La dermatitis de contacto se da al tocar alguna sustancia que provoca alergia. La atópica, por su parte, no implica contacto, pero puede desencadenarse por intolerancias alimentarias o circunstancias climáticas. También es conocida como eccema.

 

En definitiva, tienes que saber detectar y reconocer las enfermedades de la piel si vas a trabajar en el ámbito de la enfermería. Repasa sus principales síntomas para comenzar a profundizar sobre ellas.