Las estereotipias caninas son acciones repetitivas que los perros llevan a cabo sin que exista un objetivo determinado. Hablamos, por ejemplo, de dar vueltas sobre sí mismos sin motivo alguno o de morderse compulsivamente el rabo. Por lo general, se asocian a problemas médicos y, sobre todo, a graves situaciones de estrés. Son especialmente habituales en los animales de zoo y en los canes que viven en refugios, pero también observarse en nuestros perros, ya que tienen relación con la domesticación y el confinamiento. Aquí te explicamos por qué y cómo las debes tratar.
¿Por qué se producen las estereotipias caninas?
Como dijimos antes, los posibles problemas médicos de los perros son motivos habituales. Sin embargo, es posible que se produzcan como consecuencia de una situación de estrés. Este tiene lugar debido a la incapacidad del animal de satisfacer su conducta natural.
La falta de espacio, la escasa actividad física, el exceso de actividad física, la alimentación inadecuada y los cambios drásticos de rutina son algunos de los factores que generan más estrés en los perros. Estos comportamientos repetitivos no son más que una manera de canalizar la angustia que sienten.
Hay un aspecto positivo en lo que te acabamos de decir. Evidentemente, cuando la situación que genera estrés en el perro desaparece, la estereotipia también, o, al menos, se reduce considerablemente. Solo en casos excepcionales se mantiene como una conducta habitual durante el resto de su vida.
Ejemplos de comportamientos repetitivos en perros que deben considerarse como estereotipias
Seguro que, en alguna ocasión, has visto un vídeo de humor en Internet en el que aparece un perro con una estereotipia. Sin embargo, no es una situación graciosa. Es un contenido que muestra a un animal que está sufriendo y que requiere de tratamiento.
Estas son las cinco estereotipias caninas más habituales. Te las mostramos para que sepas cómo interpretarlas en cuanto las veas:
- Morderse el rabo. Los perros pueden llegar a eliminar todo el pelaje de la zona. Incluso, si el problema persiste, provocarse laceraciones graves o seccionarse el apéndice. Antes de considerarlo estereotipia debemos descartar problema médico como fractura de cola o olor en la zona
- Dar vueltas sobre sí mismo, tal y como si estuviese persiguiendo su propio rabo. Existe una variante que se denomina “síndrome del perro enjaulado”. El animal va de un lado a otro dentro de una pequeña porción de terreno sin motivo aparente. Esta conducta, además, puede verse acompañada de ladridos.
- Cazar moscas o insectos que, en muchas ocasiones, son imaginarios. Si alguna vez un perro que se queda fijamente mirando al vacío, probablemente sufra esta estereotipia. Aunque problemas intracraneales, tumores y alteraciones del sistema nervioso pueden mostrar los mismos síntomas, de manera que primero deberemos descartar la causa orgánica
- Lamerse compulsivamente, sobre todo, las articulaciones de las patas. Con el tiempo, el lamido puede provocar dermatitis acral y laceraciones. Problemas cutáneos como alergias pueden producir picor y llevar a éste mismo comportamiento.
Agresiones autodirigidas. Los perros muy estresados pueden llegar a atacarse a sí mismos. También pueden dirigir mordiscos hacia objetos inanimados como, por ejemplo, el plato de comida o el cuenco del agua. Alteraciones neuronales, afectaciones del sistema nervioso central y tumores intracraneales pueden ser también la causa orgánica de este comportamiento.
¿Cómo pueden tratarse las estereotipias caninas?
En primer lugar, descubriendo el origen que las ha provocado. Lo primero que hará el veterinario será descartar las causas orgánicas. Los problemas intracraneales, como la hidrocefalia y los tumores, las fracturas de cola y la dermatitis son causas habituales. De hecho, cualquier lesión o enfermedad que genere dolor al animal puede ocasionarlas.
Sin embargo, lo más frecuente es que estas conductas repetitivas tengan un origen no orgánico, es decir, que vengan provocadas por una situación de estrés o conflicto. La frustración, la ansiedad por separación y los cambios de residencia suelen originarlas.
Una vez determinada la causa de la estereotipia en el perro, llega el momento de aplicar un tratamiento. Si su origen es orgánico, habrá que realizar una intervención quirúrgica o darle una medicación que la resuelva. En caso de que sea inorgánico, será necesario modificar el ambiente en el que vive el animal. El objetivo es cambiar aquello que genera estrés en el can para hacerle sentir seguro y relajado.
También es importante que el dueño del perro no le preste atención cuando reproduce la conducta. En este sentido, instaurar una nueva rutina de interacción es vital. Los juegos, la eliminación de los castigos y el adiestramiento en obediencia son aspectos fundamentales. Es en este punto cuando la labor de un adiestrador canino puede marcar la diferencia.
Piensa, además, que el tiempo es importante. Cuantas más semanas, meses o, incluso, años pase repitiendo la conducta el animal, más difícil será corregirla. Por ello, determinar la causa y aplicar el tratamiento adecuado lo antes posible se antoja fundamental.
Educadores caninos para solucionar problemas de conducta en perros
En definitiva, las estereotipias caninas son problemas de conducta, especialmente, habituales en los perros. Estos comportamientos repetitivos son signo de que el animal está sufriendo y necesita ayuda. Lo normal es que vengan derivados de situaciones de estrés, pero no siempre es así. A veces tienen causas orgánicas que requieren la intervención de un veterinario. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, un educador canino será capaz de brindar las soluciones necesarias para reducir el estrés del animal y solucionar las estereotipias que no tienen causa orgánica. No se trata de adiestrar al perro, sino de hacer terapia de psicología canina en la que el educador te recomendará una estrategia con pautas sencillas para solucionar ese problema.