El mantenimiento mecánico preventivo del vehículo de emergencias sanitarias es una de las tareas de las que debe encargarse el técnico de emergencias sanitarias. Por ello, en este artículo queremos hacer un repaso a los conceptos básicos que debes conocer, como por ejemplo los sistemas que deben revisarse, lo que tienes que realizar antes de iniciar cada servicio y la frecuencia con la que debes hacerlo.

Este tema forma parte del Ciclo Formativo de Grado Medio de Técnico de Emergencias Sanitarias.

¿Por qué se debe realizar un mantenimiento mecánico preventivo del vehículo de emergencias?

Ten en cuenta que los vehículos de transporte sanitario deben encontrarse siempre en perfectas condiciones, ya que una avería durante un servicio urgente puede poner todavía más en riesgo la vida del paciente.

Pero esta no es la única razón por la que debes realizar un mantenimiento preventivo. Se ha demostrado que conlleva un ahorro importante y que a largo plazo permite incrementar la vida útil de la ambulancia. Además, reduce los periodos de inactividad y facilita que estos sucedan en periodos en los que se encuentre fuera de servicio, por lo que no afecta al funcionamiento del sistema de emergencias.

Revisión de los sistemas básicos

Aunque el Técnico de Emergencias Sanitarias (TES) no es el responsable directo de la reparación de los diferentes sistemas del vehículo, sí debe ser capaz de identificar algunos de los síntomas de avería. Y, también, tiene que llevar a cabo algunas comprobaciones rutinarias y saber con qué frecuencia deben hacerse las distintas revisiones.

El sistema de frenos

Uno de los sistemas más sensibles es el de frenado. Y es que de él depende la seguridad del vehículo, sobre todo cuando se circula durante una emergencia. Algo que debe verificarse periódicamente es el nivel del líquido de frenos y el estado de las pastillas y de los discos de freno.

La mayoría de ambulancias actuales ya cuentan con sensores que avisan de posibles incidencias, pero es recomendable realizar también una inspección visual.

Durante la marcha, síntomas como pequeñas vibraciones o ruidos extraños al frenar, pueden ser indicativo de que algo no funciona bien en el sistema de frenado.

La dirección y la suspensión

Para comprobar en profundidad el buen estado de las piezas de dirección y frenado no queda otro remedio que pasar por el taller mecánico para realizar el mantenimiento de ambulancias. Sin embargo, estos sistemas producen síntomas muy evidentes que permiten reconocer una avería antes de que esta vaya a más. En el caso de la suspensión, son muy reconocibles los problemas cuando se produce una pérdida de estabilidad en curva o cuando hay un bote excesivo al superar un bache o un badén. Otro aspecto que debe vigilarse es el ruido, ya que una amortiguación en buen estado no debe sonar al superar un bache.

Otro punto en el mantenimiento mecánico preventivo de vehículos de emergencias sanitarias es la dirección. En su caso, si se produce una desviación al circular en línea recta debe revisarse la alineación de los neumáticos o su desgaste. Por último, antes de cada servicio, hay que comprobar la presión de los neumáticos, y revisar si tienen alguna raja o fisura. Ten en cuenta que el aire interior del neumático cambia mucho su presión en función de la temperatura exterior. De modo que la diferencia por cada 10 grados de temperatura ambiente oscila entre 0,07 y 0,14 bares.

mantenimiento mecánico ambulancia

Transmisión

El embrague y la caja de cambios son las partes fundamentales de la transmisión del vehículo. Y producen síntomas que puedes reconocer de forma temprana, como la dureza al cambiar de marcha o los chirridos durante el proceso.

Sistema de lubricación

La lubricación es fundamental para evitar el desgaste prematuro del motor. Para su correcto funcionamiento, hay que tener en cuenta los tiempos recomendados por el fabricante del vehículo para sustituir el aceite y su filtro. Además, de manera periódica hay que revisar que el nivel se encuentre entre el mínimo y el máximo recomendado.

Baterías

La batería de la ambulancia o vehículo de emergencias debe encontrarse en buen estado, ya que de ellas depende el correcto funcionamiento de los sistemas asistenciales. Nos referimos al aire acondicionado y la calefacción, esenciales para garantizar el confort del paciente durante el traslado.

Comprobaciones rutinarias antes del servicio

Antes de iniciar cada guardia, es necesario hacer una comprobación o “checklist” en el que se revise:

  • Tonos de sirena. Para advertir a otros conductores durante una emergencia y facilitar el paso del vehículo sanitario en situaciones críticas.
  • Estado de los neumáticos. Para valorar su presión y desgaste.
  • Revisión de niveles. Aquí hay que vigilar aceite, líquido de frenos, refrigerante y limpiaparabrisas.
  • Verificación de sistemas auxiliares. Luces, claxon, intermitentes y freno de mano.
  • Funcionamiento del sistema de comunicaciones. Radio, GPS, etc.
  • Revisión de cerraduras, puertas, rampas, anclajes del paciente.
  • Arranque correcto y ausencia de testigos de fallo en el panel. Si hay cualquier anomalía debe buscarse otro vehículo para realizar el servicio.

Estas acciones preventivas permiten detectar problemas antes de que se conviertan en emergencias mecánicas y garantizan la operatividad del vehículo en situaciones críticas.

El mantenimiento mecánico preventivo del vehículo de emergencias sanitarias es crucial. Cuando se conduce una ambulancia, nada puede fallar. El técnico de emergencias sanitarias debe conocer estos conceptos básicos y tiene que participar de manera activa en la revisión y comprobación de los sistemas que hemos descrito. Un vehículo fiable es la mejor garantía para llegar a tiempo a todas las emergencias.

Si el vehículo presenta alguna incidencia que impida su salida, se debe informar de inmediato al supervisor. Este evaluará la situación y, si procede, autorizará el cambio de ambulancia. El vehículo averiado será trasladado al taller mecánico para su reparación y posteriormente será devuelto en condiciones óptimas.