En este artículo hablaremos de la importanciade la comunicación y la psicología como trabajadores de la Atención Sociosanitaria a pacientes dependientes. Como profesionales de la salud inmersos en una relación de ayuda y atención a personas dependientes, tendremos que atender a determinadas necesidades físicas y cuidados especializados. Al mismo tiempo incluir el área psicológica, social y emocional del usuario, para lo cual será imprescindible una buena comunicación.
Habilidades comunicativas con los pacientes dependientes.
Para conseguir una buena comunicación con los pacientes dependientes tendremos que usar unas características y habilidades comunicacionales. Entre ellas, las más destacadas serán:
- Claridad: la información ha de transmitirse de manera clara, concisa, directa y sin excesivas argumentaciones.
- Sencillez: las frases empleadas para transmitir el mensaje han de ser cortas (pero dejando claro el núcleo del mensaje). Adaptar nuestro vocabulario al nivel sociocultural de los pacientes con dependencia.
- Atención: será básico tanto para el receptor (para una adecuada comprensión y retención del mensaje), como para el emisor (para determinar si el mensaje está siendo recibido y comprendido adecuadamente).
- Empatía: capacidad para comprender a los pacientes dependientes en sus preocupaciones cognitivas y emocionales. Es importante ser capaz de transmitir a la otra persona dicha comprensión.
- Escucha activa: una serie de comportamientos y actitudes que preparan al receptor a escuchar, a concentrarse en la persona que habla y a proporcionar respuestas (feedback). Destacar la escucha empática, silencios instrumentales, dejar hablar y la baja reactividad verbal.
- Asertividad: un comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos.
- Lenguaje no verbal: definida como cualquier tipo de conducta humana, consciente e inconsciente, que puede interpretarse como portadora de información. Sirve de apoyo y complementa a la comunicación verbal.
Actitudes del profesional de la Atención Sociosanitaria a personas dependientes.
Así mismo, otras características fundamentales en el desarrollo de una comunicación eficaz serán las actitudes mostradas por el profesional. Así como el manejo de las verbalizaciones.
Entre las actitudes más importantes podemos destacar:
- Calidez: es una actitud que se manifiesta mediante la proximidad, la postura, los gestos, los refuerzos verbales y otras conductas indicadoras de aceptación. Implica, por tanto, el lenguaje verbal y no verbal.
- Competencia: el usuario/a dependiente debe recibir mensajes que le aseguren que está siendo tratado y atendido por un experto. Mantendremos un discurso marcado por el conocimiento profesional.
- Flexibilidad y tolerancia: el cuidador sociosanitario ha de saber responder ante situaciones imprevistas. Por ejemplo, ante un paciente que se descompense emocionalmente e insulte al cuidador.
- Honestidad y ética profesional: se trata de que el cuidador trabaje siendo coherente con sus principios, sus valores, su modelo teórico y práctico y las normas deontológicas que regulan su actividad profesional.
Respecto al manejo de las verbalizaciones podemos clasificarlas en dos:
- Estrategias para facilitar la actividad narrativa del usuario y mantener una comunicación fluida. Como son la técnica especular, darle la palabra, comentarios confirmatorios, parafrasear, recapitulación y síntesis.
- Estrategias en el modo de hacer preguntas : preguntas estructuradas, semiestructuras y cerradas, clarificadoras, etc.
Todas las características, habilidades y actitudes anteriormente descritas será imprescindible que se adecúen y adapten a determinadas variables del usuario-paciente. Hablamos del nivel sociocultural, los rasgos personalidad o las habilidades cognitivas de los pacientes dependientes.
Beneficios de una buena comunicación con el paciente.
Podemos afirmar que si mantenemos una adecuada comunicación con el paciente, siguiendo los parámetros anteriormente descritos, obtendremos una serie de beneficios:
- Propiciar una interacción relacional genuina, intensa y única.
- Favorecer el establecimiento de un clima de trabajo emocionalmente cálido, relajado y distendido.
- Facilita el que el paciente hable con confianza y con la seguridad de ser respetado, comprendido y aceptado. Esto ayudará enormemente a que nos verbalice sus necesidades, tanto físicas, emocionales como de cualquier otra índole.
- Que consigamos conocer mejor a nuestros pacientes. Y, con ello, ser más sensibles y receptivos a sus necesidades, incluso llegando a poder anticiparlas y mejorar así nuestros cuidados.
- Conseguir dar un soporte adecuado en el ámbito socioemocional, cognitivo y físico. Estaremos en condiciones de ofrecer unos cuidados integrales y de calidad.
Escrito por: Manuel Arturo Rodríguez Rey, es Licenciado en psicología clínica por la UNED y Postgraduado en Psicología Clínica por la U.B.. Colabora como ponente en las charlas a los alumnos del Certificado de Profesionalidad en Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales.