Para muchos propietarios de perros mayores, la llegada de su mascota a la senectud pasa prácticamente desapercibida. La razón es que la mayoría de los canes continúan manteniendo un estado aparentemente vital y enérgico.

Sin embargo, existen ciertas singularidades que pueden advertir de que el perro ya no es tan joven. La observación, el conocimiento del animal y la ayuda profesional del veterinario resultarán muy útiles en esta etapa.

Los primeros indicios que muestran los perros mayores

Como norma general, el perro entra en la etapa de ancianidad a partir de los ocho años, aproximadamente. Esta cifra varía en función del tamaño del animal. Cuanto más grande sea antes alcanzará la senilidad.

Los primeros indicios suelen observarse en la coloración del pelaje. Verás cómo empiezan a aparecer canas alrededor de los ojos y el hocico. Aún así, los grandes cambios no llegan de golpe y tendrás que estar atento. Algunos animales, sobretodo cuando empiezan a padecer dolores, cambian su estado de ánimo y pueden volverse perezosos o dormir más de lo normal.

Principales dolencias de los perros séniors

Conforme el perro vaya entrando en esta etapa de su vida, al igual que los humanos, se verá aquejado por cierto tipo de achaques. Algunos no tendrán mayor importancia y solo precisarán que tengas un poco de paciencia y comprensión. Quizás al principio, por su aspecto, no te darás cuenta de que estás tratando con un animal de cierta edad. Así que debes ir también con cuidado en el momento del juego. Ni sus huesos son tan fuertes ni sus reflejos serán los mismos. Esto no quiere decir que deba abandonarse el juego con el perro, sino ir con más cuidado, simplemente.

La confusión de la mascota mayor

Es el caso de la desorientación. Puede parecer que el animal se haya vuelto más despistado. En realidad, lo que ocurre es que comienzan los problemas cognitivos. Deberás observar cómo evoluciona. Algunos animales de edad avanzada pueden desarrollar enfermedades como el Alzheimer.

Así mismo, como ya decíamos, los perros mayores pueden dormir durante más tiempo. Permítele esos descansos y no le obligues a realizar ejercicio intenso. Puedes provocar que se haga daño en los huesos y articulaciones.

Piel, boca y alimentación de los canes de edad avanzada

La llegada de la tercera edad para el perro vendrá acompañada de peor calidad del pelaje, callosidades y deterioro de las almohadillas de sus patas. También tendrás que cuidar su dentadura. Puedes ayudarle con sticks para el cuidado de los dientes. De este modo, podrá alimentarse sin dificultades.

Precisamente, el tema de la alimentación de los perros mayores debe ser vigilado muy de cerca. Piensa que ahora se ejercita menos y es más propenso a la obesidad. Esta situación sería fatídica para la mascota, ya que agravaría el estado de sus articulaciones y lo expondría a enfermedades derivadas del sobrepeso.

Recuerda que existen piensos especialmente indicados para un perro sénior. De este modo, te aseguras de que come lo que debe y le aportas todos los nutrientes que precisa. Esto también contribuirá a que su sistema inmunológico no se vea deprimido.

Es el momento de recordar que, a estas edades, los perros deben estar bien hidratados. Si no bebe mucha agua, tal vez lo mejor es añadir un poco de caldo a su pienso o incrementar la cantidad de comida húmeda.

perros séniors

Enfermedades caninas derivadas de la edad

Conforme va envejeciendo, estas mascotas pueden padecer cualquier tipo de dolencia relacionada con la edad. Es muy importante que explores al perro. Aprovecha las caricias para detectar posibles zonas doloridas, bultos o cambios en la piel.

Puede que también debas ayudar a vaciar sus glándulas anales. Con el paso de los años pierden la pericia para hacerlo ellos mismos. El veterinario, su auxiliar veterinario o un peluquero canino podrán limpiar la zona.

Cuáles son las enfermedades más comunes de los perros mayores

Antes de entrar en detalles resulta conveniente que sigas un consejo: cuanto mayor sea el perro más necesarias serán las visitas al veterinario. Deberían realizarle una analítica dos veces al año y así poder detectar ciertos problemas a tiempo.

Artritis y artrosis

Por desgracia estas patologías resultan muy frecuentes. Afectan a las articulaciones y cursan inflamación, deterioro progresivo y zonas doloridas. La consecuencia es una involución en sus movimientos debida, fundamentalmente, al dolor. El proceso de estas enfermedades es muy similar al que padecen los seres humanos. Si te interesa este tema no dudes en leer nuestro artículo sobre la rehabilitación de la artrosis en perros.

Cuadros renales

La falta de apetito y las náuseas frecuentes pueden alertarnos de una insuficiencia renal. Al igual que en los procesos articulares, no existe cura. Sin embargo, el veterinario podrá suministrar el tratamiento adecuado para paliar las molestias.

Sordera y ceguera

Estamos ante dos de las dolencias de los perros séniors más recurrentes. Los vuelve muy vulnerables y precisarán de tu ayuda y tu atención. La ceguera degenerativa no tiene cura. No obstante, si el perro pierde visión por cataratas existe solución quirúrgica.

Tumores y cáncer

La edad propicia la aparición de estas patologías. Los tumores deben ser examinados, incluso con biopsia. De esta manera, podrás detectar un carcinoma precozmente, una circunstancia que, como en el caso de los humanos, resulta vital.

Existen otras enfermedades relacionadas con la edad: cardiovasculares, anemias, cirrosis, incontinencia,etc. Lo más importante es que actúes con sentido común. Los perros mayores precisarán revisiones veterinarias más frecuentes. A esta edad se vuelven más dependientes y necesitan más cuidados.