El 16 de Octubre es el día europeo del Paro Cardiaco y hemos considerado oportuno dialogar con Pepe Huertas, una persona que esta experimentada en situaciones de urgencias sanitarias, por su trayectoria profesional en la asistencia como Técnico en Emergencias Sanitarias y docente formador de cursos de Soporte Vital Básico + DEA.
En esta breve entrevista, intentamos saber un poco más sobre el soporte vital básico y aprovechar al máximo a Pepe. El profesor nos ofrece argumentos suficientes para concienciarnos que hemos de estar informados y preparados para todo lo que pueda pasar, porque el paro cardíaco es una situación de vital importancia, vida o muerte.
Entrevista a Pepe Huertas sobre Soporte Vital Básico + DEA:
Pepe, ¿qué es un paro cardíaco?
Hay muchas causas posibles del paro cardíaco, pero se podría decir que es cuando el corazón deja de latir de una forma repentina debido a un mal funcionamiento eléctrico. La enfermedad cardiaca coronaria, estrés físico y algunas condiciones genéticas son algunas de las posibles causas del paro, pero, a veces, no se sabe la causa. También se pueden considerar aquellas patologías que afectan de manera muy directa al corazón como la diabetes, la hipertensión arterial, el colesterol alto, niveles bajos de magnesio o potasio, esfuerzo físico, consumo de drogas, etc.
Si el corazón entra en un ritmo caótico, mas conocido como fibrilación ventricular, se hace necesario disponer de un desfibrilador para revertir esta situación, de lo contrario la persona morirá en pocos minutos después de haber sufrido la parada cardiorrespiratoria.
¿De que forma se presenta un paro cardíaco?
Las formas en que se puede presentar un paro son diversas y todo dependerá si hay alguna patología secundaria que influya en el estado de salud del paciente, aunque en ocasiones se ha presentado el paro en persona que no tienen ninguna patología asociada.
La alimentación, el ejercicio físico, los malos hábitos (fumar, beber alcohol, comida rica en grasas….) están casi todas presentes en la parada cardiorrespiratoria (PCR).
¿Qué hacer ante una situación de paro cardíaco que se presencie o en caso de ser uno mismo el que lo sufra?
Los protocolos de actuación, están basados en el reconocimiento precoz de la parada cardíaca de origen no traumático para poder actuar en consecuencia realizando las maniobras de Soporte Vital Básico (SVB) o Resucitación Cardiopulmonar RCP lo antes posible. Los estudios han demostrado que si estas maniobras se realizan de forma inmediata, las posibilidades de supervivencia son muy elevadas. En cuanto a que se debería hacer si el paro lo sufrimos nosotros mismos, es complicado ya que si perdemos la consciencia y estamos solos, hay un mal pronóstico de salvación.
¿Es una enfermedad?
Es una enfermedad que, o bien es congénita, o se va desarrollando en función del estilo de vida que tengamos y las patologías que nos acompañan.
¿Cómo se previene un paro cardíaco?
La prevención siempre está unida a los buenos hábitos de vida, dieta equilibrada, ejercicio físico moderado y constante, no fumar, no beber, mantener una tensión arterial controlada, en definitiva, “hábitos saludables”.
Bajo tu experiencia profesional en años a bordo de ambulancias y atendiendo numerosas situaciones de emergencias, ¿cómo concienciar a las personas sobre el peligro de una parada cardiorrespiratoria?
En la actualidad, la parada cardiorrespiratoria es difícil de remontar ya que los servicios de emergencia llegan al lugar de la incidencia algunos minutos después de producirse. Minutos que juegan en contra del paciente y en muchos casos ya no se puede hacer nada, aunque en alguna ocasión se pueda remontar la parada, el daño neurológico producido por la falta de oxígeno en el cerebro es importante.
Se hace imprescindible que la población en general sepa reconocer una parada cardiorrespiratoria para empezar de forma rápida la reanimación cardiopulmonar (RCP) o soporte vital básico. De esta manera de mantendrá el cuerpo de la víctima oxigenado de forma temporal hasta que puedan hacerse cargo los servicios sanitarios, estas técnicas aumentan las posibilidades de vida del paciente.
Afortunadamente, cada vez hay más desfibriladores externos automáticos (DEA) instalados en lugares dónde hay aglomeración de personas por lo que las esperanzas de recuperación ante una parada cardiorrespiratoria aumentan considerablemente.