La teoría de Piaget explica de qué manera construyen los niños su modelo mental del mundo. De entrada, Jean Piaget, psicólogo suizo, no estaba de acuerdo en que la inteligencia fuera un rasgo fijo. Consideraba el desarrollo cognitivo como un proceso progresivo, derivado de la madurez biológica y de la influencia del entorno.
Ahora bien, ¿de qué te sirve conocer sus preceptos y consideraciones? Fundamentalmente, para realizar un seguimiento positivo del desarrollo cognitivo de cada niño. ¿Cómo puedes saber si está desarrollando sus habilidades de acuerdo a la edad que tiene?
Si algo aportó el pensamiento de este psicólogo, que vivió entre 1896 y 1980, son las etapas del aprendizaje infantil. Por ello, deberías conocer la teoría de Piaget si estudias cualquier formación de jardín de infancia o educación infantil.
La esencia de la teoría de Piaget
Fundamentalmente, según sus tesis, los niños van interpretando el mundo de diferente manera según su edad. En realidad, nacen con un mapa mental escaso sobre el entorno, absolutamente básico. Sin embargo, el aprendizaje y el contacto con la realidad les permite ir actualizándolo.
«¿Cómo adquieren el conocimiento los niños?», se preguntaba Piaget una y otra vez. Puso su empeño en investigarlo y, gracias a ello, consiguió presentar esta teoría. No lo dudes, fue absolutamente innovadora. Trabajó hasta lograrlo, observando a niños, tanto en el colegio como en su vida cotidiana. Y, finalmente, interpretó las claves del desarrollo cognitivo infantil.
Los 4 estadios del desarrollo cognitivo
En opinión de Piaget, los niños aprenden a través de cuatro grandes etapas. En cada una de ellas, se producen significativos cambios en su manera de entender y concebir el mundo. ¿Sabes que, en cierto modo, los consideraba como pequeños científicos? Según su criterio, se dedican a explorar el entorno de modo muy activo, porque quieren entender su sentido.
¿Quieres descubrir cuáles son estas cuatro etapas principales del desarrollo del conocimiento en los niños? Sigue leyendo.
1. Etapa sensorio-motora
Comprende desde el nacimiento hasta los 2 años, aproximadamente. Es un periodo de adquisición de conocimientos mediante las experiencias sensoriales y la manipulación. Cada vez que tu bebé lo coge todo y se lo lleva a la boca, está explorando el mundo. También cuando gatea.
En este momento, su inteligencia es básica. Se sustenta en esas exploraciones del movimiento y los sentidos. En opinión de este experto, saber que los objetos siguen existiendo aunque no se ven es el principal aprendizaje. Gracias a ello, al considerarlos independientes y distintos, pueden empezar a relacionarlos con sus nombres.
2. Etapa preoperacional
Se desarrolla entre los 2 y los 7 años, normalmente. ¿Tienes niños de estas edades a tu alrededor? Si es así, seguro que te has fijado en que aprenden a través del juego y de la imitación. Sin embargo, tienen una concepción, todavía, bastante egocéntrica. Les cuesta entender el punto de vista de los demás. Aunque han aprendido a hablar, todavía no comprenden la lógica concreta.
Aunque su evolución intelectual avanza de la mano del pensamiento mágico, no son capaces de hacer operaciones. En un primer periodo, empiezan a comprender, representar, evocar e imaginar objetos alejados y no visibles. Después, pasan a preguntar «¿por qué?» y quieren entenderlo todo.
3. Etapa de las operaciones concretas
Se da, aproximadamente, entre los 7 y los 11 años. La lógica empieza a formar parte de su pensamiento, aunque este sigue siendo rígido. Además, empiezan a ponerse en el lugar de los demás, y piensan y sienten como ellos. Sin embargo, los conceptos hipotéticos y abstractos aún les resultan poco accesibles.
De modo adicional, comprenden que sus pensamientos son exclusivamente suyos. Es decir, que no todos los demás piensan y sienten como ellos. Si hablas con niños con estas edades, lo notarás enseguida.
4. Etapa de las operaciones formales
Comienza en la adolescencia, a partir de los 11 años, y dura hasta la edad adulta. El desarrollo cognitivo infantil concluye en este periodo en el que la lógica aumenta. Los niños, de hecho, aprenden a comprender los conceptos abstractos y a usar el razonamiento deductivo.
Así, son capaces de desarrollar diferentes soluciones potenciales para los problemas a los que se enfrentan. Adicionalmente, si te fijas en ellos, notarás que reflexionan de un modo mucho más científico sobre cuanto les afecta.
Algunas aplicaciones de la teoría de Piaget para la educación
En la práctica, las conclusiones pedagógicas de la teoría de Piaget ayudan a educar mejor a la infancia. De hecho, los pequeños aprenden antes con la práctica y la exploración activa. Es decir, conviene impulsar el aprendizaje por descubrimiento.
Entre las ideas valiosas a aplicar figuran los planes de estudio flexibles y la individualización del aprendizaje. También debes considerar la importancia del juego y la necesidad de comprobar el avance infantil. Por último, cada niño debe estar preparado antes de recibir determinados conocimientos o enseñanzas.
Como ves, la teoría de Piaget abre las puertas a un desarrollo cognitivo mucho más adecuado y productivo. Si bien cada pequeño evoluciona de forma personalizada, conocer esta realidad ayuda a la evolución del conocimiento en los niños. ¿A que tienes un poco más claro cómo estimularlos de forma productiva?