El golpe de calor en perros, gatos, conejos, hurones entre otros… es una situación a la que, por desgracia, se enfrentan muchos clientes durante las épocas estivales.

En este artículo nos centraremos en el golpe de calor en gatos y perros desde el punto de vista de los propietarios de mascotas, para que sepan qué hacer en estas situaciones.

Este llamado shock térmico, forma parte de nuestro Curso de ATV y, si te estás formando con nosotros, ten en cuenta que este tipo de información es la que puedes ofrecer a tus clientes de la clínica veterinaria como método de prevención.

¿Qué es un golpe de calor?

Se trata de una emergencia veterinaria en la que la temperatura corporal del animal sube por encima de sus valores normales (39 °C) a niveles muy peligrosos (42.5 °C) y en el que la mascota se “autodestruye”. En tan solo unos cuantos minutos puede acabar con la vida del animal, por lo que hay que reaccionar cuanto antes.

¿Por qué ocurre este shock térmico?

Las causas principales suelen estar relacionadas con la exposición a altas temperaturas y también a una hidratación deficiente de la mascota. Otros factores que contribuyen a este hecho es el color de la capa del animal, su estado de carnes (depósitos de grasa), problemas respiratorios ya presentes en el animal, edad, etc.

Los perros y los gatos únicamente “sudan” por las almohadillas plantares y palmares, en el resto del cuerpo carecen de glándulas sudoríparas. La única forma que pueden utilizar para excretar el exceso de calor es mediante contacto con superficies frías y el jadeo.

Si no consiguen hacerlo y aumenta la temperatura corporal hasta tal punto que supera esos mecanismos de regulación esto provoca un desequilibrio metabólico. Esta situación puede llevar a la falla multiorgánica y su muerte por parada cardio-respiratoria.

Los gatos gracias al acicalamiento son menos propensos a padecer golpe de calor, aunque no imposible.

Vamos a mostrarte que signos presenta el animal y cómo debes actuar para salvarle la vida.

Los síntomas

Reconocer cuanto antes lo que le está sucediendo al animal puede marcar la diferencia. Uno de los primeros signos que observarás es que su respiración y su ritmo cardíaco se acelera. Esto es una señal que te indica que su cuerpo está tratando de regular la temperatura. En el caso de los perros, además, se acompaña de un jadeo excesivo.

El golpe de calor en gatos ofrece unos síntomas iniciales ligeramente distintos. En ellos notarás cómo comienzan a lamer su cuerpo de manera compulsiva, ya que es su única forma de expulsar el calor. En ambos animales, si la situación avanza, se produce un exceso de salivación. Esto se debe al estrés que genera el calor en su organismo.

No obstante, estos síntomas iniciales pueden pasar desapercibidos, ya que hay otras muchas causas para ellos. Pero si la situación empeora es probable que aprecies un cierto letargo y debilidad. El animal tendrá dificultad para moverse o incluso puede quedarse adormecido. Además, otro síntoma de que algo no va bien lo encontrarás en su boca. En el caso de los perros podrás apreciar un tono más pálido tanto en sus encías como en la lengua (posteriormente se tornará más rojizo). Por el contrario, los gatos tienden a mostrar un tono más oscuro de lo habitual.

A medida que el golpe de calor evoluciona pueden aparecer vómitos o diarrea. Si la situación se vuelve crítica, el animal ya no será capaz de coordinar sus movimientos y se tropezará constantemente cuando intente levantarse.

Los primeros auxilios ante un golpe de calor en perros o gatos

Cuando observes cualquiera de los síntomas anteriores debes tomar las medidas adecuadas para garantizar el bienestar de la mascota. Lo primero que debes hacer es llevarlo a un lugar fresco. Si está al aire libre, busca un sitio con sombra abundante para evitar que la radiación solar continúe incidiendo sobre su cuerpo.

Los gatos tienden a buscar lugares frescos y apartados cuando se sienten demasiado calientes pero los perros no, lo que puede llevar a colapso repentino.

Por el contrario, si estás en un lugar cerrado, debes activar el aire acondicionado para que la temperatura de la estancia baje rápidamente. O, si no dispones de él, abre las ventanas para que el aire circule. Incluso abrir la puerta de la nevera ayuda, aunque parezca una tontería.

A continuación, ofrece al animal agua fresca. Es importante que lo hagas en pequeñas cantidades, ya que en esa situación es posible que se ponga nervioso y trate de beber de forma impulsiva. Y, sobre todo, no le obligues a beber, ya que podría producirse una aspiración hacia los pulmones.

primeros auxilios ante un golpe de calor en perros o gatos

Puesto que estos animales no tienen la capacidad de sudar, debes ayudarles a expulsar el calor de su cuerpo humedeciéndolo con agua. No debe estar demasiado fría, ya que se puede producir una hidrocución debido al cambio brusco de temperaturas y pasar de una hipertermia a una hipotermia.

Hay partes del cuerpo que cuentan con un flujo de sangre mayor, y resultan ideales para reducir su calor corporal. La zona de las patas, las orejas, el cuello y el abdomen son las más importantes y debes centrarte en ellas mientras le mojas ligeramente todo el cuerpo, así como las ingles y las axilas.

Importante: nunca debes sumergir al animal ni cubrirlo con hielo.

Si te encuentras al aire libre, tienes que buscar un cartón u hoja de papel para abanicar a la mascota. Esto tiene como objetivo conseguir que la transmisión de temperatura desde el cuerpo se realice más rápido. Así, lograrás controlar cuanto antes la situación. En el interior, lo más efectivo es que utilices un ventilador para llevar a cabo la misma función.

La situación no estará controlada hasta que el veterinario pueda evaluar al animal. Y es que, aunque parezca que se ha recuperado por completo, un golpe de calor puede dejar secuelas internas como edema cerebral, problemas cardiacos o daños en los riñones entre muchos otros. Por tanto, habrá que descartar que sufra alguna de estas consecuencias o buscar soluciones de no ser así.

Prevención del golpe de calor en mascotas

Lo cierto es que tomando algunas precauciones puedes evitar que tu mascota sufra un golpe de calor. Tan solo es necesario ofrecer una hidratación constante en días calurosos y evitar que se exponga en exceso al sol. También se tendrá en cuenta su edad, su estado de salud, la raza, y que no le falte agua.

Evita lugares interiores excesivamente calurosos también. Porque los golpes de calor también pueden producirse en interiores, como los interiores de los coches (algo muy común), entre otras posibilidades.

Además, es conveniente evitar el esfuerzo físico. Si tiene que pasear en las horas centrales del día, que sea de forma relajada y siempre por la sombra. Y, por supuesto, sé responsable de tu mascota y préstale la atención suficiente como para detectar los síntomas.

Es fundamental prestar atención a los animales para evitar que este tipo de situaciones que pueden llegar a causar daños irreversibles. Conocer los primeros auxilios ante golpes de calor te ayudará a salvarle la vida, pero también a prevenir.