La anatomía de la boca es uno de los primeros conocimientos que deben tenerse antes de comenzar a estudiar más en detalle otros aspectos relacionados con la cavidad bucal. Todo profesional de la odontología así como los auxiliares dentales deben conocerla.
Y es que dentro de la boca podemos encontrar una variedad importante de elementos, como son las piezas dentales, los huesos y músculos, los nervios, las glándulas o la lengua. Todas las partes de la boca tienen una función específica que permite su correcto funcionamiento.
¿Cuáles son las diferentes partes de la boca?
La anatomía de la boca es extensa, pues contiene diferentes elementos. Todos ellos, en conjunto, comienzan la etapa de digestión de los alimentos en la boca. Los más destacados son:
- Las piezas dentales. Dentro de la boca podemos destacar incisivos, caninos, premolares y molares. Las conocidas muelas del juicio también se incluyen en este último grupo. La función de cada uno de estos dientes es cortar y procesar al alimento, haciéndolo asimilable para el tracto digestivo.
- Músculos y huesos. Estos dos elementos conforman la totalidad de la boca. Los maxilares y los músculos relacionados con estos forman la cavidad bucal. Los músculos también conforman mejillas y labios y los huesos también están presentes en el paladar.
- La lengua. Este es uno de los órganos fundamentales de la cavidad bucal. Compuesta básicamente por músculos, también contiene glándulas salivales que ayudan a la deglución. Es una pieza fundamental para arrastrar el alimento hacia el resto del aparato digestivo.
- Los nervios. La pulpa, que se encuentra en la zona interior del diente, está formada por vasos sanguíneos y nervios. Cada una de nuestras piezas dentales está conectada con el sistema nervioso. De ahí que sea típico manifestar sensibilidad a alimentos fríos o calientes en la boca.
- Las glándulas. En este caso, fundamentalmente las salivales. Estas glándulas segregan saliva, que tiene diversas funciones en la boca: contiene enzimas que inician la digestión, ayuda a humedecer los alimentos y limpia la boca.
Anatomía de la boca
Veamos una por una estas 5 partes esenciales de la boca del ser humano:
Las piezas dentales
Cada una de las piezas dentales tiene una función. La corona es la parte visible de cada diente y varía en función de su posición. De hecho, su forma determina de qué se encarga cada uno de los dientes. Así, los caninos son afilados, pues su función es cortar. Sin embargo, los molares tienen una forma más plana porque se encargan de molturar. Bajo la corona se encuentra la raíz, que se incluye en la encía y sujeta el diente al hueso.
En lo que respecta al interior de los dientes, se distinguen tres capas: esmalte, dentina y pulpa. El esmalte es la capa más externa, está formada por minerales y protege el interior de los dientes. La dentina se encuentra bajo este y conecta con la pulpa. Esta última capa es la más blanda y en ella se encuentran los tejidos nervioso y sanguíneo.
Los músculos y los huesos
Dentro de los músculos de la boca, distinguimos también los presentes en labios y mejillas. Estos tienen una función importante en el proceso de deglución, al encargarse de masticar el alimento. Además, la lengua constituye un órgano por sí solo (merece un apartado especial), pero contiene gran cantidad de músculos.
Los huesos más importantes en la boca son los que conforman el maxilar y el paladar. No obstante, cada diente se encuentra también insertado en unas cuencas que se conocen como hueso alveolar.
La lengua
Este órgano ocupa gran parte de la cavidad bucal. Está formada por músculos y glándulas fundamentalmente. Sin embargo, en ella también se encuentran las papilas gustativas, que detectan los diferentes sabores de los alimentos.
Este órgano, que puede parecer tan simple en un principio, es de gran importancia dentro de la anatomía de la boca. Es un elemento fundamental para la predigestión del alimento. La comida entra en la boca y la función de la lengua es añadirle saliva para hacerla más blanda. Además, al tratarse de un músculo, empuja la comida hacia los dientes, que comienzan a cortarla y molerla. Este proceso se repite hasta que se envía el bolo alimenticio hacia la faringe y el esófago.
Nervios y glándulas
Los nervios de la cavidad bucal se distinguen fácilmente. Por un lado, están los nervios asociados a cada diente (presentes en la pulpa dental). Y por otra parte se encuentra el trigémino. Este arranca del ganglio trigeminal hacia los ojos, el maxilar y la mandíbula.
Las glándulas, como hemos dicho, fundamentalmente son productoras de saliva. Esto es posible gracias a los dos tipos de células que contienen: productoras de moco y serosas. En conjunto, estas células elaboran la saliva que limpia la boca y digiere los alimentos. Como principales glándulas destacaremos las que son extrínsecas: parótidas, sublinguales y submandibulares.
En definitiva, conocer la anatomía de la boca es esencial si quieres ser auxiliar dental en una clínica. Aunque estamos en contacto diariamente con ella, contiene varias partes desconocidas en las que es fácil no reparar.