En este artículo te hablamos de antibioticoterapia profiláctica, un tema fundamental del temario de nuestro Curso de Auxiliar de Quirófano y central de esterilización de equipos.

Actualmente, es bien conocida la eficacia de los antibióticos que se utilizan de manera preventiva antes de cualquier tipo de cirugía. El propósito de este artículo es explicar el uso adecuado, seguro y eficaz de los antibióticos en la prevención primaria perioperatoria, en especial en la fase preoperatoria. Entremos en detalle.

¿Qué es la profilaxis?

En primer lugar, definamos el concepto. Del griego prophylaxis, en medicina es toda aquella acción preventiva que trata de impedir la aparición de enfermedades infectocontagiosas. En caso de producirse, la profilaxis intenta contrarrestar la propagación de la enfermedad.

Una de las medidas profilácticas más habituales a nivel hospitalario consiste en aislar al enfermo ante la sospecha de enfermedad infectocontagiosa. Por este motivo, se aísla en su habitación y sus utensilios no salen de esta hasta su desinfección tras el alta, en caso de confirmación microbiológica. Sin duda, se trata de la mejor profilaxis para todos lo que estén a su alrededor.

No obstante, todos estamos viviendo hoy en día una situación compleja derivada de la pandemia. En este sentido, otro buen ejemplo de profilaxis es el uso de mascarillas, geles hidroalcohólicos desinfectantes y, por supuesto, las vacunas. Las vacunas han demostrado su capacidad para poder disminuir el riesgo de infección y de generar inmunidad frente al virus SARS-CoV-2, reduciendo el riesgo de hospitalización y muerte en porcentajes superiores al 97%.

Los preservativos, también llamados profilácticos, son otro ejemplo de modelo de prevención frente a posibles infecciones, en este caso de transmisión sexual.

¿Qué es y en qué consiste la antibioticoterapia profiláctica antes de la cirugía?

Las infecciones en sitio quirúrgico (herida quirúrgica) ponen en riesgo a los pacientes. De hecho, es una de las complicaciones frecuentes asociadas, así como las infecciones asociadas a sondajes o intubación. Actualmente, representan incluso un desafío para la práctica médica.

El objetivo de la profilaxis preoperatoria con antibióticos es disminuir la incidencia de infecciones y, con ello, la morbilidad o secuelas.

Según recoge un prestigioso estudio dirigido por el Dr. Gutiérrez, la profilaxis antibiótica es el complemento excelso para la práctica de una buena técnica quirúrgica. Ten en cuenta que representa aproximadamente el 30 % de la aplicación de antibióticos entre los pacientes que están hospitalizados.

A pesar de todo, no olvides que una profilaxis inadecuada tiene potenciales efectos adversos. A nivel poblacional, aumenta el riesgo de resistencia bacteriana y a nivel individual puede haber reacciones adversas a medicamentos o alteración de la flora habitual, sin que sea debido a mala praxis.

antibioticoterapia

La elección de los antibióticos

En la actualidad, el protocolo habitual preoperatorio de antibioticoterapia profiláctica establece una serie de variables de uso común en la prevención de infecciones. La más eficaz es elegir los antibióticos adecuados y, para ello, se tienen en cuenta estos aspectos:

  • La acción antimicrobiana ha de ser especialmente activa y actuar frente a los microorganismos que con mayor probabilidad puedan contaminar el entorno quirúrgico. No hace falta cubrir toda la flora bacteriana existente, pero sí hay que valorar las características y circunstancias que sean particulares en cada hospital. Además, es importante conocer la estadística de prevalencia local a resistencias antibióticas.
  • Los antibióticos deben ser administrados en las dosis y periodos adecuados para que alcancen las concentraciones tisulares óptimas durante el periodo de potencial contaminación.
  • Para intentar reducir al máximo los microorganismos resistentes, la prevención mediante antibioticoterapia debe tener el menor espectro antimicrobiano posible. Además, no puede ser tóxico, tiene que proporcionar una vida media/larga y, a poder ser, administrarse con rapidez. Siendo así, se distorsiona levemente la microbiota del paciente, se minimizan los efectos secundarios y se abaratan los costes.
  • Deben tenerse en cuenta las características del paciente y el riesgo, pues no toda cirugía implica el uso de antibióticos.

Quirófanos asépticos

Esta profilaxis es un complemento, por lo que su uso no implica seguir las reglas de asepsia y antisepsia imprescindibles para cualquier intervención.

Como conclusión, la antibioticoterapia profiláctica es el mejor método preoperatorio para prevenir sepsis, complicaciones infecciosas locales o sistémicas y, además, reduce el riesgo de resistencia bacteriana y la aparición de infecciones cruzadas.