La clasificación de Spaulding fue propuesta por primera vez por parte de Erle Spaulding. Partiendo de la idea de que la limpieza, desinfección y esterilización constituyen tres pasos fundamentales para la prevención, así como para el control de infecciones.

Este concepto forma parte de los temarios relacionados con el trabajo en el quirófano, como el de nuestro curso de Auxiliar de Quirófano y central de esterilización y equipos.

Orígenes de esta clasificación

Durante el S. XX se produjo una importante revolución médica con la introducción de las vacunas y el descubrimiento de la penicilina. Durante todo ese periodo diferentes médicos, entre ellos el Dr. Earle H. Spaulding, higienista dental, realizó un estudio sobre la desinfección de los diferentes instrumentales y herramientas quirúrgicas. En 1939 publicó su artículo “Desinfección de instrumental quirúrgico en soluciones químicas”.

Cabe destacar que hasta entonces, la higiene y esterilización se basaban en técnicas aplicando soluciones jabonosas y métodos húmedos a través del vapor.

Con el Dr. Spaulding nacen nuevos métodos de esterilización bajo el precepto: “una estrategia para la esterilización o desinfección de objetos y superficies inanimados basada en el grado de riesgo involucrado en su uso para la comunidad médica”, creando de este modo lo que hoy conocemos la clasificación de Spaulding.

Un método de desinfección para cada instrumental

Este es un sistema de clasificación basado en el potencial que las diferentes herramientas de quirófano poseen para propagar infecciones. De este modo, según la clasificación de Spaulding, a cada instrumental le corresponde un determinado proceso de higienización de acuerdo a unas técnicas determinadas actualmente extendidas en todos los protocolos de limpieza y desinfección a nivel mundial.

Según el tipo de instrumental, pueden ir desde una simple desinfección hasta la esterilización completa.

La elección de un procedimiento de desinfección u otro estará determinada por los riesgos de infección que el uso de las diferentes herramientas puede suponer para los pacientes. La esterilización del material de quirófano se clasifica en tres tipos de niveles: crítico, semicrítico y no crítico, basándose en la actividad antimicrobiana de los diferentes desinfectantes, y el tipo de material utilizado

El resultado es una tabla que define el grado de infección que puede suponer para el paciente, los diferentes procedimientos o técnicas médico quirúrgicas, además del proceso de limpieza que le corresponde a cada uno de ellos.

El objetivo de la clasificación de Spaulding es recoger los diferentes materiales o procedimientos que existen como implantes o endoscopias, entre otros; junto a las diferentes técnicas de limpieza como desinfección de bajo nivel, de alto nivel y esterilización; además de la propia clasificación de materiales críticos, semicríticos y no críticos. De este modo se consigue una eliminación de los microorganismos en aquellos elementos que pueden presentar cierto riesgo para el paciente.

desinfección clasificación Spaulding

¿Qué niveles de esterilización define la clasificación de Spaulding?

  1. Críticos: son aquellos elementos que están en contacto con tejido estéril, el sistema vascular o cualquier otro instrumental por el que fluya la sangre del paciente. Es el caso de catéteres vasculares e instrumental quirúrgico. Este tipo de instrumental debe ser limpiado de forma adecuada antes de proceder a su esterilización. Solo así, podrán ser reutilizados en otros pacientes de forma segura.
  2. Semicríticos: estos son los que entran en contacto con membranas de mucosas intactas o piel no intacta, como por ejemplo los endoscopios, equipos de respiración asistida o circuito interno de máquinas de diálisis. Estos requieren de una limpieza previa y de una desinfección de alto nivel antes de volver a utilizarse.
  3. No críticos: aquellas herramientas o equipo de monitorización que sólo entra en contacto con piel intacta y presentan un bajo riesgo de transmitir infecciones. Las mangas para la toma de presión y los estetoscopios son dos buenos ejemplos. En estos casos, la limpieza con un paño humedecido en detergente o con una solución al 70% de etanol en agua suele ser suficiente.

En cualquier caso, todos aquellos profesionales que manejan y procesan artículos contaminados deben contar con formación especializada además de realizar capacitaciones de forma periódica. Y todo ello, sin olvidar el uso de equipamiento de protección personal adecuado además de recibir las vacunas profilácticas necesarias. Este conjunto de medidas, unido a una correcta limpieza, desinfección y esterilización es clave para evitar la propagación de infecciones.

La clasificación de Spaulding en la actualidad

Actualmente existen nuevas formas y procedimientos de limpieza, desinfección y esterilización más efectivas y con mejores resultados que la clasificación de Spaulding. Además, la resistencia de los priones, proteínas capaces de causar alteraciones en el cuerpo de los animales, unido a muchos agentes patógenos resistentes como la bacteria Clostridium difficile o MRSA (Staphylococcus aureus resistente a la meticilina) por sus siglas en inglés, está motivando un análisis y reevaluación continua de los sistemas de limpieza y desinfección de los equipos médicos.

En cualquier caso, en todo centro sanitario es necesario y de obligado cumplimiento un programa de prevención y control de infecciones, el cual recogerá todos los protocolos necesarios para tratar el instrumental y los equipos además de su mantenimiento, limpieza y almacenamiento seguro. Además cabe asegurar el desecho adecuado del instrumental o herramientas que no se puedan limpiar o procesar de forma adecuada.

Sin embargo, aunque la clasificación de Spaulding sigue siendo útil, es necesario ajustarla a las condiciones actuales. La aparición de nuevos materiales y el surgimiento de nuevas técnicas médicas hacen que apenas exista diferencia entre los elementos críticos y semicríticos. Esta situación contribuye a un replanteamiento obligatorio y periódico de las técnicas de limpieza, desinfección y esterilización en objetos que, anteriormente, no lo requerían.