En muchas ocasiones se habla de las dificultades de las personas dependientes pero, en la realidad, no se conocen demasiado. Es fácil asumir que estas personas necesitan ayuda para ciertas actividades diarias. El hecho de haber perdido su autonomía parcial o totalmente les dificulta infinidad de tareas sencillas. Lo que no resulta tan habitual, es comprender otra serie de necesidades que poseen. Y estas son las que queremos mostrarte hoy.
Algunas de las dificultades de las personas dependientes que menos se conocen
La falta de movilidad o de capacidad para asearse o alimentarse son algunos problemas que generalmente se conocen. Y también cabe decir que pueden llegar a ser los más graves si no se atienden. Pero en el día a día de las personas dependientes vas a encontrar algunos más. Aquellos de los que solo es consciente quien vive con ellos o el personal sociosanitario que los atiende.
Nos referimos a dificultades como trastornos del sueño, incontinencia urinaria, predisposición a las caídas, depresión o problemas de memoria.
Trastornos del sueño
Tener unas horas de sueño adecuadas y descansar bien es fundamental para cualquier persona. También para quienes tienen necesidades especiales o son dependientes. Esto es así tanto para recuperar la energía del cuerpo como la de la mente.
Los ancianos y las personas dependientes suelen tener un ciclo sueño-vigilia alterado, por lo que descansan peor. Eso les acaba pasando factura, haciendo que estén mucho más fatigados durante el día.
Para poder facilitar el descanso de estas personas, una de las mejores opciones es realizar ejercicios de relajación con ellos. Por otro lado, deberán sentir que sus necesidades estarán cubiertas mientras duermen porque el responsable de su atención sanitaria se encarga de ello. De esta manera, al estar tranquilos, les será más fácil conciliar el sueño.
Incontinencia urinaria
En ocasiones, las personas dependientes padecen pérdidas de orina involuntarias. En estos casos es imprescindible escoger el mejor tipo de pañal absorbente para sus necesidades concretas. Se deberá cuidar mucho su higiene para evitar irritaciones o incluso infecciones.
El profesional sociosanitario o la persona encargada de su cuidado deberá revisar el pañal con frecuencia y cambiarlo en caso de que esté sucio. Sobre todo, asegúrate de que la zona queda limpia, seca y bien hidratada. Si la piel pierde hidratación será muy sencillo que aparezcan heridas o úlceras que resultarán más difíciles de curar.
Las incontinencias urinarias no son en sí dificultades de las personas dependientes, sino más bien un problema personal que les llega con la edad y a veces debidas a sus dificultades de movilidad.
Predisposición a las caídas
Al no poder disponer de total autonomía, es habitual que entre las dificultades de las personas dependientes se encuentre frecuentemente una mayor tendencia a las caídas. Esto no es algo que se pueda evitar totalmente, pero sí puede disminuirse.
Para ello será muy útil realizar una serie de ejercicios de bajo impacto articular. También deberás ayudarle a aumentar la masa muscular y mejorar la coordinación. Con estos ejercicios y adaptando el entorno a las necesidades de cada persona, podrás conseguir que las caídas disminuyan. Por tanto, también lo harán los riesgos derivados de ellas.
Irritabilidad y depresión
Es habitual que las personas dependientes tiendan a estar algo irritables. Esto puede ser debido a sus necesidades especiales. Pero también al dolor o al cambio que hayan tenido que sufrir en su entorno o en su propia vida. Esta irritabilidad puede ser la causa de que traten mal a las personas que tienen a su alrededor, pero debes ser paciente y tolerante con ellos.
Piensa que son personas que hasta hace no mucho tiempo podían llevar una vida normal y ya no. Ahora necesitan ayuda para muchas de las actividades de la vida diaria. Eso les frustra y acaban pagando su frustración con quien está más cerca.
En ocasiones, esta irritabilidad se incrementa y puede convertirse en depresión. El hecho de no poder llevar la misma vida familiar que anteriormente, o no poder dedicarse a sus hobbys como podían hacerlo antes de comenzar a ser dependientes acaba pasando una factura emocional. Los síntomas de esta enfermedad son quizás más sutiles y difíciles de distinguir de la simple tristeza o melancolía, pero debes estar atento a ellos para poder tratarlos. Así ayudarás a mejorar su calidad de vida.
Problemas de memoria
En caso de las personas dependientes por una edad avanzada, los problemas de memoria son habituales. Pero pueden encontrarse también incluso en personas más jóvenes. La irritabilidad y la depresión mencionadas anteriormente, acompañadas de la ansiedad, pueden hacer que la memoria comience a fallar.
Este es un problema que no puede eliminarse pero sí tratarse, pudiendo optar por diferentes estrategias para minimizarlo. En primer lugar, el apoyo a la persona y una actitud tolerante serán elementos cruciales para mejorar su ánimo. Por otro lado, puedes ayudarle a realizar también una serie de ejercicios de memoria que frenen su pérdida. Pueden ser juegos, la repetición de canciones, poemas o, simplemente, el hecho de involucrarte y pedirle que te cuente historias.
En definitiva, las dificultades de las personas dependientes no son pocas. Las más conocidas suelen ser las físicas, pero no debes obviar la gran cantidad de problemas psicológicos y emocionales que derivan de ellas. Al tratar con una persona dependiente necesitas evaluarla en su conjunto y apoyarla en todas sus necesidades.