Escola d’Oficis Catalunya como centro pedagógico que somos, hemos querido dedicar toda la atención de este post a un tema educativo que últimamente está ganando en popularidad entre la sociedad. La educación infantil con valores y siempre en positivo, “La Disciplina Positiva”.
Para conocer más de esta vertiente educativa y de la educación infantil, hemos contado con la colaboración de Nuria Ortega certificada por la asociación americana “Positive Discipline” como “Parenting Educator”, experta en educación emocional y entrenadora de padres en disciplina positiva, uno de los socios fundadores de la asociación Disciplina Positiva España. Actualmente se dedica a difundir un nuevo paradigma educativo basado en el respeto mutuo, en su página web educarparaelfuturo.com dónde mediante cursos, talleres y charlas, guía a todos aquellos padres que sienten curiosidad por conocer más de esta forma de educar o bien porque quieren educar con estos valores a sus hijos.
Entrevista a Nuria Ortega:
Nuria cuando hablamos de disciplina, suena a militar, inflexible, por tanto ¿cómo es la disciplina positiva?
Asociamos la palabra disciplina a la rigidez y a la inflexibilidad pero si nos remitimos al origen de la palabra Disciplina podemos encontrar que ésta proviene del latín “discipuli” que es, “discípulo”. Como definiciones podemos encontrar que disciplina corresponde a un método o a una guía. Así, disciplinar significaría guiar. A través de la disciplina es como conseguimos adquirir habilidades.
La disciplina positiva lo que quiere es guiar a los niños a adquirir habilidades sociales que le resulten útiles para su vida. Y para ello utiliza no utiliza métodos de control, cómo los castigos o los premios, que buscan el eliminar las conductas equivocadas de los niños y penalizan los errores. Para ello utiliza habilidades sociales como la asertividad, la empatía y la escucha activa. Así, cuando un niño se equivoca y tiene una conducta poco apropiada recibe un ejemplo de asertividad de la mano de sus padres o maestros que en un futuro él podrá reproducir cuando se enfrente a conflictos con otras personas.
¿Qué es la nueva tendencia educativa, que a pequeños pasos se está instaurando en la sociedad?
La tendencia que se está instaurando en la sociedad, bajo mi punto de vista, es fruto de la evolución de la especie y del surgimiento de una nueva conciencia colectiva. Ya no estamos en la era industrial. Estamos en un momento histórico de cambio apasionante, en el que las personas tienen la oportunidad de despertar, de abandonar el miedo y de vivir en libertad. La educación que los padres ofrecen a los niños es imposible que se quede como está, puesto que los niños de hoy en día ya nacen un pasito más por delante de lo que nacíamos hace 30. Así que muchos niños, con una inteligencia y una conciencia superior (fruto de la evolución de la especie) no se resignan a aceptar una educación basada en el miedo, en las amenazas, en el control, en los castigos, en el “por que si”….y entonces los padres ven que los métodos que ellos aprendieron no funcionan con sus hijos y muchos se deciden a buscar otras cosas. De ahí que prolifere la educación respetuosa, la educación consciente, la pedagogía blanca, la disciplina positiva o que las pedagogías Warldorf y Montesori se vuelvan más populares en el sector educativo. Así mismo, muchos colegios también están cambiando sus metodologías y comenzando a trabajar sin exámenes, sin libros, a través de proyectos, y de un modo distinto al anterior.
Y yo creo que los niños nos están diciendo claramente que el modo en que hacemos las cosas con ellos ya no es válido. Pero muchos se empeñan en decir que los niños cada vez tienen más trastornos, son más rebeldes, ya no tienen el respeto que tenían antes… en lugar aceptar el cambio en el que estamos sometidos, la evolución de la especie, y ver que realmente necesitamos pensar diferente y hacer las cosas diferentes. Realmente a la persona que peor le hablamos es a nuestro hijo; les decimos cosas que jamás le diríamos a un amigo. Las siguientes personas a las que peor hablamos son a nuestros padres, hermanos, familiares cercanos, parejas…. Eso a mí me parece triste. Necesitamos aprender a tratar mejor a las personas que más queremos; y está bien poder expresar con confianza todos nuestros sentimientos con las personas que más queremos, y tampoco pasa nada por mostrar nuestro lado más oscuro con ellos…pero me gustaría llegar a ver un mundo en que tratásemos mucho mejor a los de dentro de casa que a los de afuera (habiendo momentos para todo, conflictos y malentendidos, por supuesto, pero que no fuese la tónica general y, sobretodo, que nunca faltase el respeto).
Este cambio se puede conseguir gracias a la educación de los niños.
¿Qué valores defiende la disciplina positiva?
Lo que más me gusta de la disciplina positiva es que no sólo es una oportunidad de educar a los niños para el futuro si no que además, es una oportunidad para que los padres cambien creencias, se conozcan a sí mismos y crezcan como personas. El padre que se adentra en la disciplina positiva pasa por un proceso de reaprendizaje, puesto que al descubrir nuevas formas de tratar a sus hijos también descubre nuevas formas de tratarse a sí mismo.
Los valores principales que defiende la disciplina positiva son:
Las relaciones horizontales, igualdad para todos los seres humanos, la educación orientada a la autorregulación, la responsabilidad personal, la motivación intrínseca, la creación de opinión propia, la capacidad de tomar decisiones, la adquisición de habilidades sociales y el fomento de la inteligencia emocional, y la visión de los errores como oportunidades de aprendizaje., algo sin duda muy importante para este mundo tan cambiante en el que vamos a necesitar atrevernos a fallar.
La disciplina positiva ¿se basa en una base solida científica o psicológica, o es un mito popular?
La disciplina positiva se basa en la psicología Adleriana. Ésta corriente psicológica fue desarrollada por Alfred Adler, quien en 1930 introdujo las primeras escuelas para padres en EEUU. Alfred Adler fue discípulo de Sigmund Freud y desarrollo la teoría de la psicología individual, la cual sostenía que el ser humano es un ser gregario y que todo su comportamiento está motivado por el sentimiento de pertenencia.
Alfred Adler defendía que las relaciones que debíamos mantener con los niños debían regirse por el principio de horizontalidad, el cual situaba a adultos y a niños al mismo nivel en cuanto a derechos humanos. Sostenía que un niño merecía el mismo respeto que un adulto y un anciano. La guerra y el miedo no permitió que esta filosofía se expandiera en aquella época, pero posteriormente, Jane Nelsen y Lyynt Lott estudiaron la obra de Adler e idearon la metodología educativa de la “Disciplina Positiva”, comenzando a difundir por el mundo (alrededor de los años 1980 en E.E.U.U) esta maravillosa metodología.
Cuando las mamas o papas contactan contigo para que les guíes o des pautas sobre cómo aplicar esta forma de educar ¿Qué es lo que más te sorprende, en esta primera toma de contacto?
Pues sinceramente lo que más me sorprende (aunque entiendo el por qué) es la gran auto exigencia de los padres, esa presión que sienten sobre sus hombros que los lleva a estar en la búsqueda del perfeccionismo como padres.
Y digo que comprendo el por qué se sienten así por el gran miedo que sienten al error y a lo que pueda pasar en un futuro con sus hijos. La gran mayoría de nosotros nos hemos criado en un modelo educativo que penaliza el error. En casa por un lado y en la escuela por otro. Fallar, suspender, equivocarse, ¡estaba penalizado! Y lo más curioso es que es justamente de los errores de dónde podemos obtener más aprendizaje. El caso es que cuanto más miedo tienes a equivocarte más dudas tienes sobre cómo actuar, más se anula tu intuición y más sencillo es que actúes justo del modo menos acertado. Desde el miedo no se toman buenas decisiones; desde el miedo no se puede educar bien.
Ese miedo se acentúa con toda la información, series, programas, artículos, etc. que “insinúan” o casi “amenazan” enviándote el mensaje de subliminal de que, “cómo no eduques bien a tu hijo el día de mañana se convertirá en un delincuente” y acabas creyendo que todo, absolutamente todo lo que tu hijo haga en la vida va a depender de ti. Esto no es cierto. Tú como padre puedes ser una fuerte influencia, pero existen muchos factores en la vida que pueden influenciar en el camino que un niño decida transitar. Existen muchos casos de éxito de niños nacidos en situaciones muy desfavorables que se han convertido en personas “de bien”, muchísimos más que la situación contraria…pero claro, eso no da el suficiente morbo como para hacer un “reality” que venda audiencia en la televisión y que de paso meta el miedo en el cuerpo a los padres para que sigan educando hijos sumisos y obedientes que no se planteen cuestionar el status quo de la sociedad. Aún seguimos en un modelo de esclavitud y por eso en las escuelas se insiste en educar a los niños en un modelo de hace 300 años, en el que se enseñan “contenidos” que cualquiera puede conocer en 5 minutos tras escribir 3 palabras en Google. Pero bueno, eso es otra historia…..
Agradecemos el tiempo y la paciencia dedicada por Nuria con nosotros para hacernos entender un poco más que es educar desde el respeto mutuo. Aquí os dejamos un enlace a su canal de YouTube de Nuria Ortega, para los que queráis seguir sus enseñanzas y consejos sobre la educación infantil.