Los profesionales de atención directa a personas dependientes cumplen una labor de asistencia importante, especialmente para sus clientes. Estos pueden tener necesidades especiales de diversa índole. Sin embargo, antes de poder ejercer en esta posición, han de formarse adecuadamente. Y, en ciertos casos, reunir una serie de características que les permitan desenvolverse en su puesto de forma eficaz. En las próximas líneas vamos a revisar contigo algunos aspectos relevantes en ese sentido.

Profesionales de atención directa a personas dependientes

Los profesionales de apoyo directo brindan atención y servicios no médicos a personas con discapacidad intelectual, física o sensorial. Estos servicios pueden realizarse en el hogar del paciente, en centros privados o en instituciones gubernamentales. Los deberes principales de los cuidadores son ayudar al paciente con las tareas.

Algunas son tomar medicamentos, proporcionar transporte a las citas médicas y hacer recados de todo tipo. También tienen como objetivo enseñar a los pacientes habilidades necesarias en su vida cotidiana, incluidas las tareas domésticas ligeras y la preparación de comidas. El objetivo es el de permitirles ser un poco más independientes.

Requisitos de un profesional de soporte directo

No hay requisitos de educación formal para convertirse en profesionales de atención directa a personas dependientesaunque se necesita algo de capacitación. Muchos trabajos profesionales de este tipo requieren una certificación que garantice ciertas aptitudes requeridas en el puesto. Otros puestos requieren la finalización de un programa específico de formación para cuidadores.

Algunos programas pueden ser útiles y brindarte una ventaja cuando busques empleo. En ellos, se estudian los conceptos básicos de la atención domiciliaria. Así pasas a obtener las habilidades y calificaciones que necesitas para cumplir con tus responsabilidades en esta carrera. Para aumentar tus oportunidades laborales, es conveniente formarse adecuadamente.

Habilidades preferentes para ejercer como profesional de soporte directo

La habilidad más importante y necesaria para asistir a otras personas de manera directa es contar con un fuerte sentido de empatía. Dado que estos profesionales deben dar prioridad a las necesidades de las personas a las que apoyan, han de ser capaces de conectarse y relacionarse con clientes de todas las capacidades. Otras habilidades importantes incluyen:

  • Excelentes habilidades interpersonales.
  • Capacidad para trabajar bien en equipo. En algunos escenarios laborales, el profesional deberá compaginar sus tareas con las de otros cuidadores y colaborar en el cuidado de algunos pacientes. Estos, por sus características, necesitan de varios cuidadores asignados.
  • Habilidades de comunicación efectiva.
  • Responsabilidad. Ya estarán al cargo de personas que dependerán totalmente de ellas. Además, es posible que no tengan supervisión o el apoyo de otros miembros durante su jornada. Por ello, han de ser displicentes en su labor.
  • Paciencia. Cómo no, la paciencia y la capacidad para sobreponerse a la frustración resulta clave para desarrollar este trabajo con el mínimo impacto para la salud emocional.

En definitiva, se demandan profesionales de atención directa a personas dependientes responsables, afectuosos y compasivos para trabajar de forma individual o como parte de equipos. El candidato ideal ha de ser fiable y tener pasión por ayudar a las personas con discapacidades físicas, mentales o sensoriales. Brindarles apoyo para que logren vivir una vida más plena y feliz. Al trabajar individualmente con cada cliente, evaluará sus necesidades y las atenderá en consecuencia con el objetivo de fomentar un entorno positivo y alentador.

equipo profesional sanitario

Deberes y responsabilidades

Al margen de actuar como compañero que da soporte a las necesidades de sus clientes, han de trabajar para fomentar su independencia en diversos planos. Además, han de promover los pasatiempos e intereses de los usuarios.

También han de dar soporte en las diversas facetas de la vida diaria de las personas, que incluyen, entre otras: nutrición, higiene, ejercicio, comunicación y habilidades de socialización. Y ayudar a sus clientes a bañarse, arreglarse y vestirse, comer y beber si es necesario, trabajando siempre para mejorar la autosuficiencia.

Asimismo, deben organizar horarios y planes diarios para los clientes, establecer metas individuales y realizar un seguimiento del progreso del cliente. También informar sobre cualquier cambio drástico a sus superiores o a los familiares de la persona a su cargo.

Deben fomentar el desarrollo de habilidades individuales y trabajar hacia la integración comunitaria. Desarrollar relaciones y conexiones significativas con los clientes para que se sientan cuidados e incluidos en la comunidad es fundamental.

En otro orden, han de conocer y cumplir con todos los protocolos de salud y seguridad. Incluidos aquellos establecidos tras la crisis sanitaria generada por el covid.

Y deben ayudar a limpiar y ordenar el hogar de las personas a su cargo o el espacio en el que habitan.

Otro aspecto a tratar es la confidencialidad, es decir, el secreto profesional. También importante a tener en cuenta es la responsabilidad de mantener la intimidad a todos los usuarios.

Conclusión

A modo de conclusión, conviene que tengas claro que los profesionales de atención directa a personas dependientes pueden mejorar sus competencias de manera paulatina. Sin embargo, su capacidad para empatizar y la compasión que despliegan en su trabajo suelen ser aptitudes más bien innatas. Muchos cuidadores con experiencia apuntan estas cualidades como necesarias para ofrecer el mejor cuidado a sus clientes.